
Moneda y Crédito. Núm. 202, 1996
[Indicaciones de paginación en nota1.]
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- Consejo de Redacción:
- José Viñals, Banco de España (Director)
- Juan F. Jimeno, Universidad de Alcalá de Henares y FEDEA (Director adjunto)
- Miguel Sebastián, Universidad Complutense de Madrid e Intermoney (Director adjunto)
- Ángel de la Fuente, Universidad Autónoma de Barcelona
- Teresa García-Milá, Universidad Pompeu Fabra
- Gonzalo Rubio, Universidad del País Vasco
- Consejeros:
- Charles Bean, London School of Economics
- Lucas Beltrán, Universidad Complutense de Madrid
- Olivier Blanchard, Massachusetts Institute of Technology
- Leopoldo Calvo Sotelo, Banco Central Hispano
- Jordi Galí, New York University
- Miguel Ángel García-Cestona, Universidad Autónoma de Barcelona
- Charles Goodhart, London School of Economics
- Andreu Mas-Colell, Universidad de Pompeu Fabra
- Francisco Pérez, Universidad de Valencia
- Xavier Sala-i-Martín, Yale University
- Charles Wyplosz, INSEAD
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La severidad de la recesión vivida en España a principios de la década de los años noventa, con un crecimiento prácticamente nulo en 1992 y una caída del PIB real de más de un 1% y del consumo privado en más de un 2% en 1993 y que no se había vivido en las tres últimas décadas, animaron a los Consejos de Redacción y Asesor de la revista Moneda y Crédito a convocar en enero de 1995 su Simposio anual en torno a este tema monográfico.
Bajo el título «Qué causó la recesión de los noventa en España?» tuvo lugar en Madrid los días 23 y 24 de noviembre de 1995 el VIII Simposio, cuyos resultados, tanto las ponencias presentadas y posteriormente revisadas como las discusiones en torno a ellas, se recogen en este volumen.
Además del interés por la pregunta objeto del simposio, la novedad fue la convocatoria pública y abierta del tema para intentar atraer todo el trabajo aplicado que, relacionado con este tema, se estuviera llevando a cabo en esos momentos en los medios académicos y profesionales, haciendo especial hincapié tanto en el rigor técnico como en las implicaciones de política económica. La convocatoria abierta, realizada en enero de 1995, tuvo un notable éxito en términos de las respuestas recibidas. Un Comité Científico en el que no sólo participaron los miembros del actual Consejo de Redacción sino al que se invitaron a prestigiosos académicos, como los profesores Samuel Bentolila. Alfonso Novales. José Manuel González-Páramo y Ramón Caminal (consejero saliente), se encargó de seleccionar los trabajos finalmente aceptados.
El volumen consta de seis artículos. En el primero de ellos, Antonio Zabalza, de la Universidad de Valencia, examina el proceso de crecimiento económico en España en los últimos treinta años, fijándose en la recesión de principios de los noventa desde esta perspectiva. Según este autor, en comparación con las crisis de los años setenta, que puede ser identificada como originada por perturbaciones de oferta (fundamentalmente choques salariales), la de los noventa fue en gran medida la consecuencia de una sustancial reducción de la demanda nominal y, además con orígenes externos a la economía española, como fueron la política monetaria restrictiva adoptada en Alemania para controlar las tensiones inflacionistas surgidas tras la reunificación y que se transmitieron, vía tipos de interés, al resto de los países del Sistema Monetario Europeo. La persistencia de la inflación en España, debida a factores internos como —8→ el comportamiento salarial, la política fiscal y la rigidez de la economía, hicieron más costoso, en términos de output y desempleo, el proceso de desinflación vivido en nuestro país.
En el segundo artículo, «Factores Internacionales en las recesiones de comienzos de los años noventa», los profesores David Backus y Jordi Galí, de la New York University, presentan la dimensión internacional del problema, refiriéndose a un conjunto de «hechos estilizados»
asociados a la recesión experimentada por la mayoría de los países industrializados, con una metodología que renuncia a técnicas econométricas complejas y, en su lugar, favorece la inspección visual de varias series temporales, complementándola con algunos estadísticos sencillos. El trabajo se centra en ocho países: Japón, EE. UU., Canadá, Reino Unido, Alemania Occidental, Francia, Italia y España. Describen inicialmente el perfil temporal de la recesión, su magnitud y su extensión, buscando un origen común a las fluctuaciones, para luego fijarse en el comportamiento de los componentes de la demanda, del comercio exterior, de los tipos de cambio y los tipos de interés, para identificar los mecanismos de transmisión. En contraste con las crisis originadas por las subidas de los precios del petróleo, en esta ocasión los autores señalan que es la coincidencia en el tiempo de diferentes perturbaciones en diversos países. Así, detectan varias «olas» en el conjunto de las recesiones de los noventa. La primera «ola» se produce durante 1990-91 y se centra en EE. UU., Canadá y el Reino Unido. La segunda, dos recesiones japonesas, que coincide con las del resto de los países europeos considerados. Son, por tanto, los países anglosajones, los que lideran la recesión de principios de la década.
En su artículo «Histéresis y fluctuaciones económicas (España, 1970-1994)» Juan José Dolado y David López-Salido, del Banco de España y CEMFI, utilizan el procedimiento de Vectores Auto Regresivos con restricciones de identificación de largo plazo (VAR estructural) en un modelo referido a la economía española y que contiene tres variables: crecimiento del PIB real, crecimiento salarial real y variaciones en la tasa de paro. Tratan de identificar las perturbaciones que han generado las fluctuaciones cíclicas de la economía española desde 1970, en un marco en el que hay alta persistencia (raíz unitaria) en la tasa de paro, lo que se conoce por «histéresis». En este contexto, las perturbaciones de demanda tienen un efecto permanente sobre las variables reales, lo contrario de lo que ocurre en los modelos convencionales, que consideran que estas perturbaciones tienen efectos transitorios. El resultado principal del trabajo es que los shocks de demanda agregada han jugado un papel muy —9→ importante durante la última recesión de la economía española. Las políticas de desinflación en un contexto de histéresis son especialmente costosas en términos de desempleo, por lo que los autores defienden unas políticas de reformas por el lado de la oferta agregada que permitan eliminar las causas de la persistencia en el desempleo.
En el cuarto artículo, «Desempleo y ciclo económico en España», Javier Andrés, Rafael Doménech y David Taguas, de la Universidad de Valencia y Ministerio de Economía y Hacienda, aborda la descomposición del empleo entre sus componentes cíclico y estructural, con el fin de analizar si el incremento del desempleo en la recesión de los noventa se debe a su componente tendencial o si, por el contrario, es consecuencia de un movimiento fundamentalmente cíclico de la economía española. El criterio para identificar el componente cíclico es la correlación entre la tasa de paro y el grado de utilización de la capacidad productiva: La metodología utilizada consiste en estimar un modelo estructural formado por unas ecuaciones de precios y salarios de las que se deriva una ley de Okun que permite la estimación de la tasa de desempleo estructural. Los resultados indican que, al contrario de la recesión de la década de los ochenta en la que las perturbaciones de oferta jugaron un papel fundamental tal y como recoge el importante aumento del componente estructural de la tasa de paro en esos años, la recesión reciente ha estado asociada a una notable caída en la presión de la demanda, con un fuerte incremento de casi 8 puntos del componente cíclico del desempleo y un mantenimiento prácticamente estable del componente estructural o «MURU» (en torno a los 19-20 puntos).
En su artículo, «Flexibilización y volatilidad del desempleo», Walter García-Fontes y Hugo Hopenhayn, de la Universidad Pompeu Fabra, analizan y cuantifican los cambios cíclicos y las diferencias estructurales en la creación de y destrucción de empleo antes y después de las reformas del mercado de trabajo español en 1984, en especial las que se refieren al aumento de las posibilidades legales de contratación temporal. La novedad empírica es la utilización de los datos de los Registros de los Afiliados a la Seguridad Social. Con un análisis estadístico descriptivo y un enfoque microeconométrico, estiman las tasas de riesgo de colocaciones y separaciones entre trabajadores y empleadores. La principal conclusión es que el mercado de trabajo español es más dinámico desde 1985, lo que se manifiesta en el nivel de rotación laboral (medido por el aumento de colocaciones y separaciones), que se ha duplicado tras las reformas estructurales.
—10→En el sexto y último artículo, «Utilización del capital y ciclo económico», cuyos autores son Omar Licandro, Luis Puch y Ramón Ruiz-Tamarit, de FEDEA, Universidad Carlos III y Universidad de Valencia, se analiza, a partir de un modelo de ciclo real en el que las perturbaciones cíclicas tienen su origen en la tecnología, el papel jugado por la infrautilización de los factores productivos en la propagación de las fluctuaciones agregadas de la economía española. Se emplea una extensión del modelo de crecimiento de equilibrio general estocástico que incorpora una tecnología con una tasa de depreciación procíclica, que depende tanto del nivel de infrautilización del capital como de los costes de mantenimiento del mismo. Se argumenta que la actividad de reparaciones y mantenimiento debe ser anticíclica, porque es más barato para la empresa reparar las máquinas cuando están paradas que cuando están en funcionamiento. Por ello, el artículo se enmarca en la segunda generación de los modelos de ciclo real, en la que la variabilidad y persistencia del shock tecnológico se modifica bajo esta extensión. Los autores evalúan la capacidad del modelo para explicar la recesión de principios de los noventa en España: la economía artificial sometida a shocks tecnológicos en presencia de infrautilización de factores productivos replica la amplitud de la recesión que muestran los datos.