Los dioses del Olimpo
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- Título: Los dioses del Olimpo
- Autor: Anónimo
- Publicación original: 1885
- Descripción física: PDF
- Notas de reproducción original: Digitalización realizada por la Biblioteca Virtual del Banco de la República (Colombia)
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Notas:
- Colombia
- Resumen: Todos los que han perecido en Barichara y Sonso, en Honda y Las Palmas, en Cartago y Cogotes, han sido víctimas sacrificadas en los altares de los Dioses implacables. Los unos quisieron atajar, y atajaron con sus pechos generosos, la ola funesta de la reacción radical. Los otros eran unos compatriotas extraviados, y tan valerosos como ilusos, a quienes los individuos del Olimpo enviaron al sacrificio, mientras ellos permanecían gallardamente en sus escondites. Sus maestros no son Proudhon y Maquiavelo; no tienen ya tan altos los ideales: se contentan con ser discípulos del famoso Capitán Araña.
- Resumen: , '1 o \ \.O - ...--os 1 SES D ~1 O IMP En los anales políticos de Oolombia es histórica la frase: Oésa1', los que van á morí?' te juzga1~án. 0011 los Dioses del Olimpo 1 adical, la frase no debe ponerse en futuro sino en pretérito: Los, que murieron os juzgaron. Todos los que han perecido en Barichara y Sonso, en Honda y Las Palmas, en Oartago y Oogotes, han sido víctimas s~crincadas en los altares de los Diosefl implacables. Los unos quisieron atajai', y atajaron con sus pechos generosos, la ola funesta de la reacción radical. Los otl'OS eran unos compatriotas extraviados, y tan valerosos como ilusos, <Í quienes los individuos del Olimpo enviaron al tlacrificio, mientras ellos permanecían gallardamente en SUR escondites. Sus maestros no son Proudhon y Maquia velo; no tienen yeí tan altos los ideales: se contentan con ser discípulos elel famoso Oapitán Araña. 'b'uel'on audaces para oprimir cuando estaban ~ostenidos por la Guardia colombiana, y justificaron aquel célebre pensaullento de N apoleól1 . (( A'ada hay más impel'ioso que la debilidad cuando conoce que está apoyada pO?' la fuerza." Pero perdido que hubieron el sustentá'clllo de las bayonetas, sus habilidades quedaron reducida: }í, tentar, ú procurar corromper. Después lanzaron <Í, los cándido~ en la rebelión; pero los que aplicaron la moxa estimulante en el cuerpo marchito del radicalismo, no quisieron asistir al delirio de1 enfermo y se retiral'on al escondrijo ú aguardar hasta (lue Oamargo y'b"igueredo triunfen, para recoger ellos el botín, eOliO lo recogieron en 1861 y 1867. U~os son los que hacen las revoluciones, y otros lós qne se aprovechan de ellas. Hace tiempo que Juán de Dios Uribe, con su acerada pluma, viene clamando contra' los hombre~ del OJimpo y sosteniendo que el Directorio radical sirve tan sólo para come~er y aconsejar los mayores disparates que cerebros humanos puedan concebir. Oon la rebelión que ha devastado el suelo de la Patria, acaban de conseguir lÍnicamellte la redencióll de Antioquia y el Tolima y la pérdida del prestigio de los jefes que los han apoyado. Especulando cínicamente con los dineros públicoH, lograron .los personajes radicaleR adquirir propiedades, y convertirse en capitalistas lo~ que untes no tenían segunda camisa.. Hoy no qlliei'ell aballdonal' sus comodidades, y aguardan á que otros corran ]08 azares de la guerra en que ellos han lanzado al país. Al aire libre de los c::JJmpamentos prefieren el perfumado de los gineceos Tenemos ií los victimarios de 1875, á los perseguidores de 1876, metamorfoseados-j oh milagros del egoísmo y la cohardía I-en tímidas. vírgenes y púdicas matronas, La juventud radical ha ido ií los campamentos y, ciega en su extravío, ha hecho esfuerzos heroicos en favor de su causa. LamentamoH su tendencia, poro reconocemos con gusto su valor. Son jóvenes y son colombianos, y por consiguiente tienen que ser valerosos. Pero los viejos veteranos de la Íl1triga no gustan de las campañas de Marte, y prefieren las de Mercurio y Venus. Para castigarlos hay, pues, necesidad de imponerles fuertes empréstitos, y hacérselos efectivos con energía. El Gobierno que permitiera se burlaran sus enemigos de las medidas que lo obligan á tomar, estaría moralmente caído, y sus miembros serían con justicia calificados de imbéciles. N o aguarde el radicalismo debilidades de hombres como Núñez, Angulo, etc. - Por lo demás, os muy justo que los caballeros del Olimpo devuelvan al Tesoro, en forma de empréstito, una-mínima 'parte de lo que sacaron do las cajas de la Tesorería en tiempos felices, que, por fortuna para la Patria, pasaron para no volver. Dicen los místicos que el castigo le viene siempl:e al pecador . " Por do más pecado había." A ellos, partidarios de todas las concupiscencias, es necesario castigarlos pecuniariamente. ~f} flR,~ fi P'I_ CG Las medidas enérgicas del Gobierno son censuradas con acritud por un puñado de vagos que se reúnen diaria y libremente en el atrio de la Oatedral. 80n los mismos que aplau.d~eron los procedimientos del Gobierno radical ele Antioquia en 1879, que sí fueron verdaderos atentados. l..1os vociferadores S011 la hez del ra~icalismo; cola ridícula é inconsciente, y pOl' tal ra-e zón, el Gobierno no les hace caso. Desde los días aquellos en que asediaban- al señor Zaldúa pidiéndole erl1pleos; y" desde aquellos otros en que proclamaban al señor Otálol'a., pretendiendo en ambas ocasiones disolver 01 Oongreso : desde esos tiempos, decimos, se quedaron con la tonta manía de quemar cohetes, en día8 pa.sados convertidos en diversión nocturna, á propósito de sus b'í'llnfos en el Norte. Es la única pólvora cuyo 0101' pueden soportar, y por eso se han guardado de acompañar ft sus t-loldados. Unos pocos (los guerrilleros naranjos) tomaron sus precauciones para que los cogieran, le contaron á todo el mundo que se iban, salie- ) ron con estrépito, combatieron heroicamente contra, licores fermentados y destilados, y entraron como prisionero!:; de //lle1'}'((, con aire de víctimas, creyendo, ¡ pobre.cillos! ¡ que los fiw{)lones pueden alguna vez alcanzar el dictado de mál'tire.s : Pero el síntoma máR infamo do la gangl'ena l'adical es la concitación al asesinato en las hojitas vergonzantes, co1l1.ü ]a titulada El Oastigo. 8e ve en ella la misma mano de los <¡he elLbriagaron á Andrés López; de los discípulos del':-;eñor Zapata, ap6~tol que aconseja que all3nemigo debe dársele la muerte por la espalda y con careta, para que permanezca desconocido ell'ostro del victimario. Desde sus cubiles aconsejan el asesinato con el hierro, como ) hace pocos meses recetaban di~amita para salir del enérgico y distinguido Gonzáh~z Lineros. Pero á compartir las fatigas de la campaña sólo, han salido DOS r.adicales históricos: Felipe Pérez y Foción Soto. Los demás se ha.n convertido: en moradores de lo . ,zarzos, ó han buscado asilo en las Legaciones extranjeras. Son yá Gapitl111f3ta8 y ,'u vida tiene muchas comodidades para exponerse ,á perderla ó á quedar c~jos ó mancos. Camargo, Deaza y VargaR Santos son el músculo; ellos, los dioses, en su calidad de monopolizadores del pensitmiento, deben aguardar modestamente ell sus retiros la hora de recoger el botín, la cual para, fortuna nuéstra no sonará jamás! ¿ Es así corno se ejerce la jefatura de un partido?-pl'eguntaremos nosotros con El Gomer'cío, refiriéndose á los que ofi'e cieron sus asentaderas al sacrificio y se escondieron inmediatamente sin querel' que les .nombraran siquiera la. vara de lo~ sargentos;-¿es así como se mantienen el prestig~o y lp. di~ciplina -: i Infeliz partido radical! S'u'S carne CvlllO la . del leproso, . 'e están cayendo á pedazos; la conducta cobarde y egoístd, de u .J efes civiles guarda relación con la ineptitud de sus helJerale y como la última desgracia de su antes placentera y hoy mísera existencia, ha tenido de jefes de operaciones r Luci0 Restrepo .7 Oarras,co, dos militm'es que reúnen la estrategia de Federico I.I á la audacia de Bonaparte. y como síntoma inequívoco de agonía y pronta descomposi-ción, yá los cuervos fatídicos se le aproximan, y por eso vemOf\ [. Lino -Ruiz revoloteando sobre el montón de cieno y podl'eduill" bre que se convertirá pronto en el cadáver del radicalismo. Su muerte, como la de Nana, la heroína del úovelista francés, guarda relación con su vida. Es'tamos asistiendo á las agitaciones galvánicas t el intran-quilo estertor . Bogotá, Marzo de 1885. UN ADMIRADOR DE LOS HEROES DE GUADUAS. . .1' J
- Resumen: Radicalismo; Política y gobierno; Partidos políticos; Volantes
- Dominio público
- Forma/género: unidad documental
- Idioma: español
- Institución origen: Biblioteca Virtual del Banco de la República
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Encabezamiento de materia: