Verdades amargas

Registro bibliográfico

  • Título: Verdades amargas
  • Autor: Gómez, Lúcas
  • Publicación original: 1884
  • Descripción física: PDF
  • Notas de reproducción original: Digitalización realizada por la Biblioteca Virtual del Banco de la República (Colombia)
  • Notas:
    • Colombia
    • Resumen: La situación actual de la sociedad colombiana, las frecuentes descomposiciones de los partidos en que se halla dividida, los cambios que diariamente se verifican, en fin los acontecimientos inauditos que á cada paso presenciamos, nos han puesto la pluma en la mano para escribir algunas ligeras reflexiones que hombres y hechos nos han sugerido.
    • Resumen: ) ,.1 8 N I f'J N [ ( VERDADES AMARGAS. La situaci6n actual de la soeiedad colombiana, las frecuentes descomposiciones de los partidos en que se halla dividida, los cambios que diariamentc se verifican, en fin los acontecimientos inauditos que á cada paso presenciamos, nos han puesto la pluma en la mano para escribIr algunas ligeras reflexiones que hombres y he-chos nos han sugerido. . Declaramos sinceramente que á nadie pretende­mos zaherir, que nuestro ánimo es analizar con criterio sereno, hechos y no personas, y que si el curso obliga­do de nuestras ideas nos fuerza á estampar en este es­crito algunos nombres propios, éstos irán rodeados del respeto que merezcan. Dicen los viajeros que han visitado las regiones hiperbóreas, que es muy frecuente en aquellos lugares el ver por efecto de una ilusi6n 6ptica, montañas, ciu­dades, palacios &c, _donde en realidad no hay otra cosa que el yermo desolado envuelto en eternos sudarios de nieve. Este fenómeno físico que tiene lugar en aquellos remotos países y que causa á los viajeros pro­funda sorpresa, se reproduce diariamente en nuestro orden social sin que apenas llame la atención, sin duda por lo acost~mbrados que estamos á él. En efecto, aquí cada partido hace alarde de su honradez, de la lealtad á sus principios, de su moralidad, de su respéto á las instituciones &c. &c, y encuentra necios que de buena fe se lo crean, cuando en realidad sus decantadas vir­tudes no son más que un espejismo ilusorio que se desvancee ante el criterio de la verdad, como tenue nubecilla ante los rayos solares. Analicemos algun.os de los últimos sucesos: hace seis anos gobierna el pais la fracción llamada indepen­diente. ¿ Qué bienes ha recibido la República de este Gobierno? Ningunos. Hemos vivido en perenne lucha, en angustiosas convulsiones, los fondos del Tesoro pú­blico se han agotado y la miseria social es cada día más horrible; y sin embargo á los hombres que dirigen el movimiento de este partido no se les puede culpar de la situación á que hemos llegado, porque aquí los go­biernos tienen que consagrar sus fuerzas al sostenimiento de su existencia, y mucho hacen si logran conservarla. Esto le sucede á cualquier partido que sea gobierno, porque en los otros no hay ni honradez ni patriotismo, sino pretensiones indebidas, amor á las cajas de la Te­sorería, y para llegar á ellas cualquier medio les parece bueno. El Sr. Otálora sucumbi6 víctima de su propia de­bilidad; no tuvo valor para llevar á sus compatriotas al sacrificio, y éstos lo sacrificaron. Si el Sr. Otálora sostiene la evolución, cosa que ha podido hacer con la triple fuerza de la Tesorería, el Parque y el Congreso, pues todo lo tuvo, habría ahogado la voz nacional entre lagos de sangre, y se habría hecho Presidente de la República y los que hoy lo han insultado y lo han acu,sado, lo estarían envolviendo entre nubes de incienso. Es un hecho que está en la conciencia de todos, que el Sr. Núñez es Presidente de la Unión, y el par­tido independiente gobierna porque el Sr. Aldana, leal á sus amigos, sostuvo su puesto, el más peligroso, porque era la primera avanzada; no pudieron ni inti­midarlo con amenazas, ni seducirlo con promesas; se apeló al asesinato y su sangre corrió, y' apesar de todo se mantuvo firme. Pues bien, hoy esos mismo hombres á quienes tan lealmente sostuvo pretenden humillarlo y arrojan lodo sobre su frente. ¿,Cuál ha sido la ver­dadera falta de Aldana? Er no haber cedido á las promesas de los radicales en los días de prueba, porque si así lo hubiera hecho hoy sería por lo menos primer Designado para la Presidencia nacional y seguro can­didato para el período venidero, en vez de ser presunta víctima de la unión liberal. Luego el que le sirve con lealtad y decisión á un partido es un solemne mente­cato, porque de seguro no encuentra por recompensa sino decepciones éingratitud. El Sr. Soló n Wilches fué creido necesario por al­gún tiempo y entonces se le alabó hasta el exceso, se le puso por la.s nubes y se le cantaron himnos en todos los tonos; luégo se convensieron sus adoradores de que la Presidencia de este Sr., que en un principio les pa­reció muy fácil, era una quimera, es decir, que nada les podría dar, y le volvieron la espalda. Hoy guárdase silencio en torno de él, mañana lo insultarán. Ninguna candidatura ha sido más ardientemente combatida en estos últimos tiempos que la del Sr. Nú .. ñez; el vocabulario de la infamia se agotó para insul­tarlG; nozhubo medio que no se empleara para comba­tirlo, inclusive el asesinato, én el cual muchos pensa­ron; pero á pesar de tanta oposición fué declaradO Presidente de la Unión. ¿ Dónde están hoy sus enemi­gos de ayer? "Desaparecieron cual la bruma leve" porque hoy tiene qué dar y no es prudente insultarl~. y no se nos venga á decir que estos son efectos de la ;-,ida de las democrac~as &. &. no hay tal, la sociedad unIversal es una comedia donde varían los personajes pero el argumento es siempre el mismo; allende lo~ mares las turbulencias y la mala fe revisten el ropaje de arlequines de capa y espada, y en nuestras moder­nas democracias las simbolizan patanes de quimbas y garrote; esta es la diferencia. Ya vemos alzarse contra nosotros en son de pro­testa á todos los" hombres honrados," esto es todos aquellos que habiendo tenido sus conciencias e~ públi­ca almoneda no han encontrado postores y han tenido por fU~I:za que seguir hoq.rados. Pero nosotros que es­tamos cIerto~ que la honradez la fija cada cual, y que en esa materIa no hay nada absoluto, nos reímos de sus protestas. I En dlas pasados nos sorprendimos de ver libre por la calle á un.o ~e los ~éroes de, los Alisos; le pregunta­mos, por cur:osldad SI le hablan rebajado la pena 6 la habla cumplido, y nos contest6 con la ma yor sereni­dad: "no señor, es porque saben que soy hombre de bien que me dejan salir solo." Ya se ve que el hombre se cree honrado, y ~s~amos seguros que ninguno de nuestros lectores qUISIera encontrarse en un camino so­litario con semejante hombre de bien; y sin embargo e3te es el sentir de casi todos los miembros de la socie­dad; el que apenas roba, se cree honrado porque no ha mat~do; el que ha hecho ambas cosas, se cree hombre de bIen porque no es falsario, y así sucesivamente. Este es el individuo tomado aisladamente' ahora las agrupaci0.ne!1 ll~madas partidos representan l~ suma ~e todas las mt¡,mIaS de c~da uno de sus miembros; y SI el hombre, como ha dICho alguno, se diferencia de las demás bestias, por lo ingrato, ¿ qué se deberá espe­rar de los par~idos formados de tales hombres? Luego el que se sacrlfica por ello~ es un imbécil, y el pueblo q~e n~da espera y para qUIen no hay ni riquezas en la Vl~a DI honores en la muerte, y que sin embargo se agIta, se conmueve, y se sacrifica en servicio de aspira­ciones que ignora, es más imbécil todavía. ~ogotá, 14 de Mayo de 1884. LÚCAS GÓMEZ. 11;1
    • Resumen: Administración pública; Partidos políticos; Política y gobierno; Volantes
    • Dominio público
  • Forma/género: unidad documental
  • Idioma: español
  • Institución origen: Biblioteca Virtual del Banco de la República
  • Encabezamiento de materia:

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