Vindicación o sea historia de un documento titulado falso: 20 de Noviembre de 1881

Registro bibliográfico

  • Título: Vindicación o sea historia de un documento titulado falso: 20 de Noviembre de 1881
  • Autor: Martínez, Erasmo
  • Publicación original: Neiva: Imprenta a cargo de Pedro Martínez, 1881
  • Descripción física: PDF
  • Notas de reproducción original: Digitalización realizada por la Biblioteca Virtual del Banco de la República (Colombia)
  • Notas:
    • Colombia
    • Resumen: EN el año de 1867 tomó en el Pital al señor Wenceslao Corral unas joyas, á crédito, por cuyo valor le otorgué documento en 1869. En el año de 1865 ó 1866 tome tambien á crédito en el Pital, al señor David Bénítez, unas mercancías, otorgándole el respectivo pagaré en 1873. Ambos documentos fueron firmados por testigos respetables del mismo distrito del Pital y reposan originales en mi poder.
    • Resumen: ,( VINDICACION~ EN el año de 1867 tomó en el Pital al señor Wenceslao Corral unas joyas, á crédito, por cuyo valor le otorgué documento en 186!). En el año de 1865 ó 1866 'tom~ tambien á crédito en 'el Pital, al señol' David Bénítez, unas mercan­cías, otorgándole el respectivo pag~ré en 1873. A.mbos documentos fueron firmados por testigos res­petables del mismo distrito del Pital y reposan originales en mi poder. , ' El año próximo pasado vino Benítez á esta capital y me exigió el pago del crédito, á lo cual le cón­testé que no tenia cómo pagarle; pero ocurrí donde Corral y me manifestó que él procuraria arreglar ese asunto. A.l efecto, conferenció con BenÍtez, liquidaron los intereses de ambos cr~ditos y convinie­ron en que pagaba Corral por mí á Benítcz, si yo le atorgaba un nuevo pagaré á Corral por lo que paga­ba por mí por lo que yo le adeudaba, con sus intereses, si Benítez lo firmaba como fiador solidario, y así se efectuó. El capital de ambos créditos asciende á sólo $ 1.200; el resto para completo de $ 4.500 es el de los módicos intereses que liquida,ron á su gusto Corral y Benítez. ' Hé aquí la historia del documento que se dice falso, sogun el autor de dos anónimos que se han publicado en (. El Conservador," y cuyo autor ha, querido ocultarse tl'as el asqueroso velo de la incóg­nita, para insultar no sólo al difunto Benítez, tratándolo de miserable por no haber querido ni, llamar un médico en su lutima enfermedacJ, sino á todos los demas quc figura,n en la mortuoria de Benítez . . El autor de los anónimos, que sin duda será, a]gull aspirante á, los bienes de BenÍtez, ha desfogado por su an;tbicion, basta con todos los 'vecinos ele la Mesa, diciendo que todo el pueblo dc allí se alarmó, como , s~ ~9dos fueran un tonto como él que no, compi'euda,n que un hombre de negocios no pueda pres­tar su firma en un caso de esta especie, ó como f:li toclos tuvieran la ambicion que él solo abriga de to­mar 10 que no ha trabajado; pudiendo, mi6ntras gasta en pasquines, trabajar honestamente para dejar herencia á sus hij os. Un ignorante, como el anonimista aludido, y los que -le hacon eco sin tener en qué fundar sus censuras, .I1o alcanzan á comprendel' cuánto vale la, l'eputacion de un hombre pal'a no exponerla á trueque de cuatro reales, y les niego rotundamente el derecho que tengan para denigrarme y echar lodo á la cara de los testigos que firmaron Cl documento, pues mal que les parezca el que 10 diga, presento por testigos de mi honradez á la mayoría de lo;' mejores ~Lbogaelos y comerciantes de esta capital; quienes nunca se atreverán, como el estrangltladoJ' pasquinero, á, enrostrarme un solo hecho vergonzoso. Ocho años hace que manejo libremente una ele las oficinas en donde se custodian cuantiosísimos intereses, y hasta hoy no se me ha borrado ni un átomo do la confianza que se me ha inspirado, debido á que prefiero vivir en la escasez en que me hallo á manchar mi bien sentada reputacion. N o ocuparé la atencion de los que lean esta hoj a sin hacer notar dos hechos respecto del pasquine­ro. Es el primero, el que prueba sll mayor ambicion, pues en vez de dodicar en primer lugar una necro­logía en recuerdo de su benefactor, ya que lo favol'eció con parte de sus bienes, se lanza por medio 'de la pren~a, reclamando bienes que n'o le pertenecen, y poniendo puntos negros á la vida de Benítez tra': tándolo de miserable, por meclio ele estos párrafos: (( que no quiso ni llamar médico en su última en­fermedad" y " que fué hombre que nunca se le vió gastar nada inútilmente;" palabras usadas para declararlo incapaz~de haber firmado un pagaré como fiador, y cuyas palabras ha debido omitir por res­peto á, la memoria de su benefactor. Es el segundo, el manifestarse interesado por el Hospital de la Mesa, para llamar la atencion y atraer el coraje ele los vecinos de allí, siendo así que los bienes del difunto son suficientes para cumplir la disposicion testamental respecto del Hospital, quedando sólo, en caso de pago del crédito de Corral, sin parte el condolido anonimista. Protesto no ocuparme más de este asunto" aunque lluevan los pasquines, pues no me conviene descender' á la esfera del ambicioso anonirríÍsta, á · quien desde ahora y para siempre. miraré con desprecio. Bogotá 20 de noviembre de 1881. ER.A.SlVI0 MARTINEZ. /() b
    • Resumen: Aclaraciones; Acusaciones; Deuda; Deudor y acreedor; Pagarés; Pago
    • Dominio público
  • Forma/género: unidad documental
  • Idioma: español
  • Institución origen: Biblioteca Virtual del Banco de la República
  • Encabezamiento de materia:

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