Cuando empezaba a nacer la industria en la edad media, y se hallaban expuestos los negociantes a las averías de una nobleza codiciosa, y poco ilustrada, fueron muy útiles los gremios de artes y oficios para proporcionar a la industria el apoyo que resulta de una asociación. Pero este género de utilidad ha cesado después completamente; porque los gobiernos son ahora demasiado ilustrados para alterar los manantiales de donde nacen sus rentas o demasiado poderosos para tener que guardar ningún respeto a semejantes asociaciones. (N. del A.)
Riqueza de las Naciones, Lib. I. cap. X. (N. del A.)
Riqueza de las Naciones, Lib. IV, cap. VII. (N. del A.)
Baert, Pintura de la Gran Bretaña, tomo I, pág. 107. (N. del A.)
Juan Nickois, Observaciones sobre las ventajas y desventajas de Francia y la Gran Bretaña. (N. del A.)
¿Por qué no entraba en el gremio? dicen ciertas gentes que están siempre dispuestas a justificar el mal que se hace de oficio. Pero los ojalateros, jueces de las recepciones, tenían interés en alejar a un competidor peligroso. Por otra parte, ¿no es un estímulo muy singular para un inventor tener que emplear en pretensiones el tiempo que desearía consagrar exclusivamente su arte? (N. del A.)
Memorias de Sully, Lib. XIX. (N. del A.)
Colbert, que se crió desde joven en el almacén de los Mascranis, ricos mercaderes de León, se instruyo muy desde luego en los principios de los fabricantes. Hizo mucho bien al comercio y a las fábricas, porque les concedió una protección poderosa e ilustrada; pero al paso que libertó la industria de una multitud de trabas, no fue todavía bastante sobrio en materia de ordenanzas: hizo que sufriese la agricultura el fomento que dispensó a las fábricas; y las ganancias brillantes de ciertos monopolios fueron pagadas por el pueblo.
No nos engañemos. Este sistema más o menos seguido desde el tiempo de Colbert hasta el nuestro, es el que en gran parre ha proporcionado a la Francia riquezas muy considerables; y el que le ha acarreado una miseria muy grande: fábricas florecientes en algunos puntos de su territorio, e infelices chozas en otros mil. No se crea que es esto una abstracción: son hechos que se explican con el estudio de los verdaderos principios. (N. del A.)
Se ha atribuido falsamente este efecto a la libertad introducida por la revolución; pues en la Pintura del comercio de Grecia por Félix Beaujour, se ve que es más antiguo, a pesar de los reglamentos. (N. del A.)
«Cada movimiento que hace el legislador para coartar la libertad de las acciones humanas, destruye siempre una porción de la actividad del cuerpo político; y perjudica a la reproducción anual». VERRI, Reflexiones sobre la Economía política, cap. XII. (N. del A.)