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11

Véanse inter al las obras de Herbert Croly, Van Wick Brooks, Randolph Bourne, Walter Lipman, Lewis Mumford y Nuestra América y Redescubrimiento de América.

 

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La manigua es «exterior» no porque se compone meramente de máquinas objetivas, y de artes e instituciones objetivas hechas a máquina, sino también porque la máquina, al representar la voluntad separatista del hombre, es en su efecto, extraña y hostil a la naturaleza integral del hombre que tiene una voluntad aglutinante y no disgregadora. Más profundamente, sin embargo, la manigua es «interior» puesto que es la representación de una parte del hombre. Este problema de la máquina y de la manigua americana, etc., se analiza detalladamente en Redescubrimiento de América.

 

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Dice Dewey: «El sentido de la totalidad que se ofrece como la esencia de la religión, puede ser formado y sostenido únicamente por agrupación en una sociedad que ha conseguido ya cierto grado de unidad. Es forzarse por cultivar esta agrupación, primero entre individuos y luego extendiéndola para formar una sociedad orgánicamente unificada, es una fantasía. La complacencia en esta fantasía manifiesta un anhelo, pero no un principio de construcción». Es muy difícil siempre hallar en las propias palabras de Dewey un sumario breve y fiel que represente su credo; pero la cita anterior y sus prescripciones para que el nuevo individuo niegue en sí mismo todos los principios y todas las normas que se opongan al orden social vigente, le revelan con bastante claridad. En todo esto están implícitos, el fracaso de Dewey para sentir la cualidad orgánica de la vida (en contraste con una totalidad externamente construida), y su aceptación del orden social como algo absoluto. Nunca se le ocurre a Dewey preguntar de dónde viene este orden, ni por qué lo adora. Ningún fanático religioso, al exigir que el individuo niegue todas las partes de él mismo, que van en contra de aquellas otras partes que él ha erigido en un dios externo, podría ir más lejos de la verdad.

 

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Véase la definición de «Cultura Integral» en el Cap. V, pág. 2, y las consideraciones sobre la integración en los Caps. I, II, III y XVI de Redescubrimiento de América.

 

15

Las misiones de los jesuitas fueron una excepción, y a causa de ellas, principalmente, se les expulsó.

 

16

Tal vez hay una o dos excepciones sueltas: la Argentina y Costa Rica, por ejemplo.

 

17

Muchos críticos hispanoamericanos empiezan a analizar estas afinidades, lo cual es un buen signo, ya que hasta aquí los escritores se habían contentado con sentirlas nada más. Tengo ante la vista un libro admirable de Carlos Alberto Erro, crítico de Buenos Aires: Medida del Criollismo, del cual me he servido para muchos detalles. Y apenas hay un número en las principales revistas hispanoamericanas que no contenga una aportación a esta síntesis crítica.

 

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Esto no significa, de ninguna manera, que la acción social directa y que la revolución social inmediata sean innecesarias si pueden llevarse a cabo. La vida no es tan simple como quieren que sea el revolucionario doctrinario que condena todo trabajo de recreación individual, y el liberal blanducho que condena toda violencia. Las dos, la re-creación individual y la re-creación colectiva deben ir juntas, y ninguna puede estar completa sin la otra. Hay un tipo de revolucionario que no es bastante radical -o revolucionario- para ver que ninguna acción social puede ser permanentemente creativa, a no ser que los hombres que la representan estén evolucionando sincrónicamente con ellas. La insensatez de creer que la regeneración sale automáticamente de implantar un credo social o económico es exactamente igual a la insensatez de creer que todo el trabajo debe ser primero hecho sobre individuos y que cuando la humanidad haya sido «anteriormente reformada», ella se cuidará del problema que traiga un nuevo orden social.

 

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Antes del Éxodo, el judaísmo no conocía la inmortalidad personal. En los días helénicos, los fariseos la recogieron -debido a la influencia persa, sin duda- y vino a ser oficialmente parte de la fe judaica.

 

20

Véase el Redescubrimiento de América.