201
Como es bien sabido, el maestro ginebrino sólo se decidió a publicar dos obras durante su vida, y la última cuando todavía contaba 24 años. Se trata de su Memoire sur le système primitive des voyelles dans les langues indoeuropéennes y De l'emploi du génitif absolu en sanscrit, respectivamente su memoria de licenciatura y su tesis doctoral. Desde entonces nada dio a la imprenta salvo unas pocas publicaciones breves, que ralearon mucho sobre todo a partir de 1893, siendo sólo cinco entre 1900 y 1912.
202
Hemos intentado demostrar este extremo en «El mito del signo y el signo del mito en Saussure y en Lotman». Comunicación presentada en la Reunión Internacional in memoriam Iuri M. Lotman. Granada, 26-28 de octubre de 1995 (en prensa las Actas).
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Saussure emplea muy raramente la palabra fonema en los cuadernos y cartas dedicados al anagrama (sólo en 39-40 y Benveniste, 1964: 114), prefiriendo hablar de elementos fónicos y, precisando más, de monófonos, dífonos, trífonos o polífonos.
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El epitafio consta de una inscripción de cuatro líneas que contiene seis saturnios: [L. Corneli]o Cn. f. Scipio: Cornelius Lucius Scipio Barbatus / Gnaivod patre prognatus, fortis vir sapiensque, / Quoius forma virtutei parisuma fuit / Consol censor aidilis quei fuit apud vos, / Taurasia Cisauna Samnio cepit / Subigit omne Loucanam opsidesque abdoucit. La traducción sería «Lucio Cornelio Escipión, hijo de Gneo: Cornelio Lucio Escipión Barbatus, hijo de Gneo su padre, hombre valeroso y sabio cuya belleza igualó a la virtud, que fue entre vosotros cónsul censor edil, tomó Taurasia y Cisauna en el Samnio, somete (sic) toda la Lucania y toma (sic) rehenes».
205
Luis Alberto de Cuenca y Antonio Alvar traducen el dístico: «Siéntate ahí y espera a que me veas,/ conduciendo mi carro, volver a casa».
206
Les mots, pp. 90-92. El abate Marchena tradujo así estos versos:
Pues como seas tú la soberana | |||
de la naturaleza, y por ti sola | |||
todos los seres ven la luz del día, | |||
y no hay sin ti contento ni belleza, | |||
vivamente deseo me acompañes | |||
en el poema que escribir intento | |||
de la naturaleza de las cosas. |
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Dice así el epitafio: Conditus hic ego sum picturae fama Philippus/Nulli ignota meae est gratia mira manus./Artifices potui digitis animare colores,/Sperataque animos fallere voce diu./Ipsa meis stupuit natura expressa figuris,/Meque suis fassa est artibus esse parem./Marmoreo tumulo Medices Laurentius hic me/Condidit; ante humili pulvere tectus eram.
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Dice así Saussure (134): «Il arrivera un moment où l'on en ajoutera bien d'autres [règles] et où celles-ci paraîtront le maigre squelette du code dans son étendue réelle. On aura eu le temps, vu que nous n'en avons pris que l'essentiel, d'autre part de reconnaître que l'hypogramme en soi est tellement incontestable qu'il n'y a rien à redouter, ni pour son existence ni pour son exactitude, de la pluralité de voies qui s'ouvrent pour ses différentes réalisations». También en p. 124.
209
Recherches 16 (1974): Les deux Saussure y Semiotext(e) 2(1) (1975): Saussure's anagrams. Actas del Coloquio «The two Saussures» celebrado en la Universidad de Columbia el 12 y 13 de mayo de 1974, con trabajos de Bucher, Godzich, Irigaray, Lotringer, Pierssens, Riffaterre, y Starobinski.
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Es significativo a este respecto el cambio de actitud de René Amacker, que en 1975 calificaba el anagrama de «absurdo pasatiempo» de Saussure, y en 1995 se convirtió en editor de la correspondencia Bally-Saussure, buena parte de la cual está consagrada, como sucede con la dirigida a Meillet, a la investigación anagramática, sobre la que Saussure tuvo puntualmente informados a sus discípulos más cercanos.