
Poesías
Tomás de Iriarte
[Nota preliminar: Edición digital a partir de Poetas Líricos del siglo XVIII, II, ed. Leopoldo A. Cueto, BAE, LXIII, pp. 23-66 y cotejada con la edición crítica de Alberto Navarro González, Madrid, Espasa Calpe, 1953.]
- I - | ||||
Viéndome Cupido | ||||
estar padeciendo | ||||
por la bella Orminta | ||||
sin fruto, sin premio, | ||||
compasivo quiso, | 5 | |||
por extraño medio, | ||||
aliviar mis penas | ||||
un breve momento. | ||||
Cuando al sueño daba | ||||
mis cansados miembros, | 10 | |||
a una falsa imagen | ||||
debí algún consuelo. | ||||
Soñé que mi esquivo, | ||||
que mi hermoso dueño, | ||||
el dueño a quien siempre | 15 | |||
querré, quise y quiero, | ||||
no era de mil gracias | ||||
perfecto modelo, | ||||
ni en él advertía | ||||
belleza ni ingenio. | 20 | |||
Soñé que aquel rostro, | ||||
que fue mi embeleso, | ||||
sonrosado no era, | ||||
ni rubio el cabello. | ||||
Soñé que sus labios | 25 | |||
no eran tan bermejos, | ||||
ni sus garzos ojos | ||||
grandes y despiertos; | ||||
que no era su risa, | ||||
la risa de Venus, | 30 | |||
ni el eco de su habla | ||||
grato y halagüeño. | ||||
Soñé que en el baile | ||||
sus pies no eran diestros, | ||||
que en nada tenían | 35 | |||
sus manos acierto, | ||||
que no era su talle | ||||
noble y bien dispuesto, | ||||
ni su andar airoso, | ||||
ni su trato ameno. | 40 | |||
«¡Qué! (dije), ¿y es ésta | ||||
la que estoy queriendo? | ||||
Olvidarla es fácil | ||||
y amarla era yerro.» | ||||
Al amor tirano | 45 | |||
despido contento; | ||||
aplaudo mi dicha, | ||||
y entonces despierto. | ||||
Mi engaño conozco, | ||||
Orminta, y ya quedo | 50 | |||
bien escarmentado | ||||
de creer en sueños. |
- II - | ||||
Cuando la tierra fría | ||||
dé hospedaje a mi cuerpo, | ||||
¿qué servirá que deje | ||||
acá renombre eterno, | ||||
que me erija un amigo | 5 | |||
sepulcral monumento, | ||||
que me escriba la vida, | ||||
que publique mis versos, | ||||
que damas y galanes, | ||||
niños, mozos y viejos | 10 | |||
me lean, y me lloren | ||||
mis parientes y afectos? | ||||
Esta fama, esta gloria, | ||||
a que aspiran mil necios, | ||||
no me da, mientras vivo, | 15 | |||
vanidad ni consuelo. | ||||
No quiero yo otra fama, | ||||
otra gloria no quiero, | ||||
sino que se oiga en boca | ||||
de niños, mozos, viejos, | 20 | |||
de damas y galanes, | ||||
de parientes y afectos: | ||||
«Este hombre quiso a Laura, | ||||
y Laura es quien le ha muerto.» |
- III - | ||||
Algún día, Lisarda, | ||||
tuve, si bien me acuerdo, | ||||
cinco sentidos míos; | ||||
mas ya ninguno encuentro. | ||||
Los gustos que solía | 5 | |||
recibir yo por ellos, | ||||
ni me parecen gustos, | ||||
ni aun creo que los siento. | ||||
Cinco eran bien cabales. | ||||
Responde: ¿Qué se han hecho? | 10 | |||
Tú me los has robado; | ||||
oye de qué lo infiero. | ||||
A mi vista agradables | ||||
eran en otro tiempo | ||||
lo frondoso de un bosque, | 15 | |||
lo florido de un huerto, | ||||
la hermosa perspectiva | ||||
de los azules cerros, | ||||
las fértiles llanuras | ||||
y el estrellado cielo. | 20 | |||
No es ya para mis ojos | ||||
deleite nada de esto, | ||||
que sólo se deleitan | ||||
en ver los de su dueño. | ||||
¡Cuántas veces colmaron | 25 | |||
mi oído de contento | ||||
con alternadas glosas, | ||||
con trinos y gorjeos, | ||||
al perenne susurro | ||||
de un arroyuelo inquieto, | 30 | |||
entre las altas ramas, | ||||
los músicos jilgueros! | ||||
Mas ya, Lisarda mía, | ||||
sólo a tu voz atiendo, | ||||
cuando con una gracia, | 35 | |||
cuando con un acento | ||||
que en el alma se interna, | ||||
que excita mil afectos, | ||||
dejas en mí indeleble | ||||
la impresión de tus ecos. | 40 | |||
Delicias del olfato | ||||
en algún tiempo fueron | ||||
el jazmín y la rosa, | ||||
el florido romero. | ||||
Ya el olor de las flores | 45 | |||
no me causa recreo, | ||||
cuando no huelo aquellas | ||||
que adornaron tu seno, | ||||
aquellas que tú misma | ||||
con semblante halagüeño | 50 | |||
permites que a mi mano | ||||
pasen desde tu pecho. | ||||
Regalábase el gusto | ||||
bajo un parral espeso, | ||||
con el fruto pendiente | 55 | |||
de los verdes sarmientos. | ||||
Ya en verano saciaba | ||||
el paladar su anhelo | ||||
con la fresa cogida | ||||
del húmedo terreno, | 60 | |||
o ya le recreaba | ||||
en el rígido invierno | ||||
el jugo que las uvas | ||||
sazonadas rindieron. | ||||
Ningún manjar sabroso | 65 | |||
hoy, Lisarda, apetezco, | ||||
sino aquellas finezas | ||||
que de tu mano obtengo. | ||||
Ni el licor que da Baco | ||||
ya con deleite pruebo | 70 | |||
sino en el mismo vidrio | ||||
en que tu labio has puesto. | ||||
En fin, Lisarda hermosa, | ||||
por que veas si es cierto | ||||
que ni un sentido sano | 75 | |||
has dejado en mi cuerpo, | ||||
ya mi tacto, que nunca | ||||
fue embotado ni lento, | ||||
para tu sexo todo | ||||
insensible se ha vuelto. | 80 | |||
Sólo cuando tu mano | ||||
con los hoyosos dedos... | ||||
Mas ¿qué digo? Perdona, | ||||
que me engañó el deseo. |
- IV - | ||||
La ocasión de obsequiarte divisé | ||||
muy lejos; bien digo yo que nunca | ||||
tuve en amor acierto. Caérsete, | ||||
señora, el abanico al suelo; hallarse | ||||
uno bien cerca, y echarse a tus pies | 5 | |||
luego; levantarle y ponerle con | ||||
gozo y rendimiento en esas bellas | ||||
manos, valiendo algo el pretexto, es | ||||
dicha para alguno que en amor | ||||
tenga acierto; no para mi que en | 10 | |||
todo fatal suerte padezco, pues ni | ||||
estuve tan cerca, ni me eché a tus | ||||
pies luego, ni alzar el abanico | ||||
permitió el breve tiempo, ni le puse | ||||
en tus manos, ni me valió el | 15 | |||
pretexto. Bien digo yo que nunca | ||||
tuve en amor acierto. |
- V - | ||||
Para que mi alma sane de la herida | ||||
que en ella hizo el traidor Cupido | ||||
con penetrante flecha, | ||||
tú, que mi amor no entiendes, | ||||
me recetas la ausencia, | 5 | |||
y el cómo he de ausentarme | ||||
es lo que no recetas. | ||||
Yo, que hallar no confío | ||||
alivio en mi dolencia, | ||||
temo que mi tormento | 10 | |||
más con la ausencia crezca. | ||||
¿Iré acaso a una quinta, | ||||
iré a una bella aldea, | ||||
en que ostente sus dones | ||||
la fresca primavera? | 15 | |||
Sí; pero allí los valles, | ||||
los huertos, las riberas, | ||||
los prados, los arroyos | ||||
y las frondosas vegas | ||||
serán fieles testigos | 20 | |||
de mil raras tristezas, | ||||
unas que llevo, y otras | ||||
que, si allá voy, me esperan. | ||||
En la arena del río, | ||||
en las verdes cortezas | 25 | |||
escribiré aquel nombre | ||||
que hoy olvidar quisiera; | ||||
repitiéndole siempre | ||||
el eco de las selvas, | ||||
hará que mi tormento | 30 | |||
más con la ausencia crezca. | ||||
Querrás que me acompañen | ||||
libros de ingenio y ciencia, | ||||
que en el discurso alivien | ||||
lo que el corazón pena. | 35 | |||
Sí; pero nada es fácil | ||||
que yo, infelice, lea | ||||
sino amorosos versos | ||||
de algún tierno poeta; | ||||
y entonces los cariños, | 40 | |||
las dulzuras, las quejas | ||||
harán que mi tormento | ||||
más con la ausencia crezca. | ||||
¿Recurriré al deleite | ||||
que en sonoras cadencias | 45 | |||
la música divina | ||||
al oído franquea? | ||||
Sí; pero en cada acento | ||||
que despidan las cuerdas | ||||
se oirá el llanto mío, | 50 | |||
que ablandará las piedras, | ||||
y los pausados tonos | ||||
de la armonía tierna | ||||
harán que mi tormento | ||||
más con la ausencia crezca. | 55 | |||
Ausencia es un castigo | ||||
a que Amor nos condena; | ||||
si amor me le enviare, | ||||
en hora buena venga; | ||||
mas no quiero yo mismo | 60 | |||
imponerme esta pena | ||||
para que mi tormento | ||||
más con la ausencia crezca |
- VI - | ||||
Con motivo de otra que un poeta había escrito
a una dama muy aficionada a dos pájaros canarios. | ||||
Las inocentes aves | ||||
que halagas y sustentas, | ||||
cuantos cariños logran, | ||||
tantos celos despiertan. | ||||
Islas Afortunadas | 5 | |||
llaman la patria de ellas, | ||||
y tú las haces dignas | ||||
del nombre de su tierra. | ||||
No es mucho que un amante | ||||
que sabe, hermosa Celia, | 10 | |||
lo que valen tus gracias | ||||
Y tus caricias tiernas, | ||||
envidie los favores | ||||
que tan ingrata niegas | ||||
a quien más los merece | 15 | |||
porque más los aprecia. | ||||
No es mucho si otras aves | ||||
que la fama celebra | ||||
quisieran ser canarios | ||||
sólo por ser de Celia. | 20 | |||
Aquel hermoso cisne | ||||
bajo cuya apariencia | ||||
Júpiter mismo quiso | ||||
enamorar a Leda; | ||||
las palomas que a Venus | 25 | |||
por los aires pasean, | ||||
desde Amatunte a Pafos, | ||||
desde Chipre a Citera; | ||||
el águila que a Jove | ||||
el sacro rayo lleva, | 30 | |||
y el pavón a quien Juno | ||||
honra con preferencia, | ||||
lo renunciaran todo | ||||
por gozar tus finezas; | ||||
que en deleite ganaran | 35 | |||
Y en honor no perdieran. | ||||
Crezcan tus pajarillos, | ||||
y su música exceda | ||||
a la música varia | ||||
de suave Filomena. | 40 | |||
Lo que en amor te deben, | ||||
lo que en halago y fiestas, | ||||
te paguen en aplausos | ||||
de sonora cadencia. | ||||
Paguen, sí, como suelen | 45 | |||
los sensibles poetas, | ||||
en acentos de Apolo | ||||
de Cupido las deudas. | ||||
Mas ¡ay, que el canto ronco | ||||
de mi musa, no diestra, | 50 | |||
en vano a sus gorjeos | ||||
hoy compararse intenta! | ||||
Ellos sí que merecen | ||||
que afable los atiendas; | ||||
ellos, y el cantor dulce | 55 | |||
que envidió tus ternezas. | ||||
Paréceme que escucho | ||||
de su lira en las cuerdas | ||||
imitados los ecos | ||||
del verso, en que pondera | 60 | |||
el latino Catulo | ||||
las gracias y excelencias | ||||
del pájaro pulido | ||||
delicias de su Lesbia. | ||||
Un poeta elegante | 65 | |||
Celia obtuvo como ella, | ||||
y aunque a sus dos canarios | ||||
él tanta envidia tenga, | ||||
yo mucho más le envidio | ||||
la dichosa licencia | 70 | |||
de ser nuevo Catulo | ||||
de aquesta Lesbia nueva. |
Anacreóntica a la primavera | ||||
Mira cómo los campos | ||||
se visten de verdor, | ||||
el árbol brota tallos, | ||||
el diestro ruiseñor | ||||
con caprichoso canto | 5 | |||
alegra al labrador | ||||
que hace fértil el suelo | ||||
a costa de sudor. | ||||
Éste, Silvia, es el tiempo, | ||||
el tiempo del amor. | 10 | |||
No temen los arroyos | ||||
que del hielo el rigor | ||||
aprisione su curso | ||||
ni le agote el calor. | ||||
La mariposa el jugo | 15 | |||
exprime de la flor, | ||||
la abeja con anhelo | ||||
se aplica a su labor. | ||||
Éste, Silvia, es el tiempo, | ||||
el tiempo del amor. | 20 | |||
Saluda al verde Mayo | ||||
el festivo pastor, | ||||
que sus hatos al campo | ||||
saca desde el albor, | ||||
mira con regocijo | 25 | |||
pacer al balador | ||||
carnero, al bravo toro | ||||
y al chivo trepador. | ||||
Éste, Silvia, es el tiempo, | ||||
el tiempo del amor. | 30 |
Tonadilla | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Habla un amante cansado de servir | ||||
Ciego Amor, en tus cadenas | ||||
nunca más me quiero ver, | ||||
que eres pródigo en dar pena, | ||||
muy avaro en dar placer. | ||||
De ti sólo un desengaño | 5 | |||
por favor hay que esperar; | ||||
mas ya has hecho todo el daño | ||||
cuando le llegas a dar. | ||||
A tu loca fantasía | ||||
Ya no he de rendirme, no; | 10 | |||
tú mandaste en mí algún día, | ||||
pero hoy mando sólo yo. |
Respuesta de la dama, con los mismos consonantes | ||||
Del Amor en las cadenas | ||||
nunca más te quieras ver, | ||||
que, pues te asustan las penas | ||||
poco anhelas el placer. | ||||
No acobarda un desengaño | 5 | |||
a aquel que sabe esperar, | ||||
porque excede a todo el daño | ||||
el bien que le pueden dar. | ||||
Por tu loca fantasía | ||||
no dejes la empresa, no; | 10 | |||
que si el Amor manda un día, | ||||
ni tú mandarás ni yo. |
Para un dúo italiano, imitado de Metastario | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Vendíase en almoneda la librería de un hético, y opinó el autor que a las puertas de ella se pusiese esta inscripción:
De libros un gran caudal | |||
aquí un hético dejó. | |||
no temáis comprarlos, no, | |||
que no se les pegó el mal. |
* * *
Casado con tres mozas en Granada | |||
al mismo tiempo un picarón vivía, | |||
la Justicia mandó que castigada | |||
fuese en un burro tal poligamia. | |||
Por las calles la plebe lastimada | |||
preguntaba el delito, y él decía: | |||
«Señores, me han sacado a dar doscientos...» | |||
«¿Por qué?» «Por frecuentar los sacramentos.» |
* * *
Critícase a cierto poeta que acostumbraba truncar en sus poesías el sentido de las expresiones, dividiendo entre el fin de un verso y principio del otro algunas dicciones que deben usarse siempre unidas.
Muchos dicen que, porque al | |||
verso siguiente va con | |||
las palabras de otro, don | |||
Fulano pasa por mal | |||
versista; pero aun con tal | |||
error, cumple como buen | |||
poeta, pues poniendo en | |||
sus versos cabales las | |||
sílabas, deja a otro más | |||
hábil colocarlas bien. |
* * *
A una dama que padecía una fluxión a los ojos. Redondilla compuesta de repente, con motivo de haber dicho a la señora uno de sus tertulianos que sentía mucho verla así.
Hoy tus ojos no están buenos, | |||
y hay quien dice que lo siente; | |||
yo no, porque, finalmente, | |||
son dos enemigos menos. |
* * *
Escribano, que inmediata | |||
tienes tu casa a un platero, | |||
pon en ella este letrero: | |||
«Todos limpiamos la plata.» |
* * *
A un viejo avariento
Mohamed, yo te aseguro | |||
que en medio de estas querellas, | |||
si nos pides cien doncellas, | |||
nos vemos en un apuro. |
* * *
Juguete, respondiendo con las mismas palabras de la pregunta.
He reñido a un hostelero. | |||
¿Por qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? | |||
-Porque donde cuando como | |||
sirven mal, me desespero. |
* * *
Al pasar por la puerta | |||
dijo el marido: | |||
-O la puerta ha bajado | |||
o yo he crecido. |
* * *
Dos credos de penitencia | |||
daba un confesor a un tuno, | |||
y él dijo con insolencia: | |||
-Récelos su reverencia, | |||
que yo no sé más de uno. |
* * *
Consagrado el cobre a Venus | |||
le agradaba antiguamente; | |||
hoy si no le ofrecen oro | |||
la tal diosa a nadie atiende. |
* * *
Ahogóse Ceferino, | |||
hombre dado a la embriaguez, | |||
en este estanque vecino; | |||
y ésta fue la primer vez | |||
que mezcló el agua con vino. |
* * *
Un genovés padecía | |||
de España en un hospital, | |||
y un andaluz por su mal | |||
de practicante servía. | |||
Trájole una taza un día | |||
de caldo frío, y después | |||
de probarla el genovés: | |||
-Oh non e caldo!, exclamaba; | |||
y el andaluz replicaba: | |||
-Tómale, que caldo es. |
¡Fresca arboleda del jardín sombrío, | ||||
clara fuente, sonoras avecillas, | ||||
verde prado, que esmaltas las orillas | ||||
del celebrado y anchuroso río! | ||||
¡Grata aurora, que viertes el rocío | 5 | |||
por entre nubes rojas y amarillas, | ||||
bello horizonte de lejanas villas, | ||||
aura blanda, que templas el estío! | ||||
¡Oh soledad!, quien puede te posea; | ||||
que yo gozara en tu apacible seno | 10 | |||
el placer que otros ánimos recrea, | ||||
si tu silencio y tu retiro ameno | ||||
más viva no ofrecieran a mi idea | ||||
la imagen de la ingrata por quien peno. |
Tres potencias bien empleadas en un caballerito de estos
tiempos | ||||
Levántome a las mil, como quien soy. | ||||
Me lavo. Que me vengan a afeitar. | ||||
Traigan el chocolate, y a peinar. | ||||
Un libro... Ya leí Basta por hoy. | ||||
Si me buscan, que digan que no estoy.. | 5 | |||
Polvos... Venga el vestido verdemar... | ||||
¿Si estará ya la misa en el altar?... | ||||
¿Han puesto la berlina? Pues me voy. | ||||
Hice ya tres visitas. A comer... | ||||
Traigan barajas. Ya jugué. Perdí... | 10 | |||
Pongan el tiro. Al campo, y a correr... | ||||
Ya doña Eulalia esperará por mí... | ||||
Dio la una. A cenar, y a recoger... | ||||
¿Y es éste un racional? -Dicen que sí. |
Cumple el autor la palabra que dio de escribir un soneto
a los ojos de Laura | ||||
¿Un soneto a tus ojos, Laura mía? | ||||
¿No hay más que hacer sonetos, y a tus ojos? | ||||
-Serán los versos duros, serán flojos; | ||||
pero a Laura mi afecto los envía. | ||||
¿Conque ha de ser soneto? ¡Hay tal porfía! | 5 | |||
-¡Tal! que por estos súbitos arrojos | ||||
se ven tantos poetas en sonrojos, | ||||
que lo quiero dejar para otro día. | ||||
-Respondes, Laura, que no importa un pito | ||||
que no sea el soneto muy discreto, | 10 | |||
como hable de tus ojos infinito. | ||||
-¿Sí? -Pues luego escribirle te prometo. | ||||
Allá voy... ¿Para qué, si ya está escrito, | ||||
Laura mía, a tus ojos el soneto? |
A ti me quejo, Apolo justiciero, | ||||
de que nunca en mis versos fui dichoso. | ||||
Si sátiras escribo me hago odioso, | ||||
y si elogios, me llaman lisonjero. | ||||
Soy, si escribo de burlas, chocarrero; | 5 | |||
si por lo serio canto, soy un soso; | ||||
si al lauro teatral aspiro ansioso, | ||||
es mi censor cualquiera majadero. | ||||
Llevando yo al Parnaso esta querella, | ||||
respondió Apolo: «Al que profesa mi arte | 10 | |||
persigue siempre esa infeliz estrella; | ||||
Pero el mejor remedio quiero darte: | ||||
Canta las gracias de tu Orminta bella; | ||||
tendrás a todo el mundo de tu parte.» |
Situación crítica de un poeta | ||||
Ofréceme, tal vez, la fantasía | ||||
un concepto feliz para un soneto. | ||||
Entre escribir o no, discurro inquieto; | ||||
siento en mí, ya valor, ya cobardía. | ||||
Resuélvome a empezar; mas no querría | 5 | |||
que me engañase un ímpetu indiscreto; | ||||
y teniendo a los críticos respeto, | ||||
ya se acalora el numen, ya se enfría. | ||||
Batallo en mi interior, dudo y vacilo; | ||||
me hace cosquillas, súfrolas un rato; | 10 | |||
escribo un poco, párome y cavilo. | ||||
¡Qué tentación! En vano la combato. | ||||
Y al fin, ¿qué haré?-Para quedar tranquilo, | ||||
componer el soneto es más barato. |
Responde el autor a un amigo, que le instaba a que publicase
algunas poesías compuestas en su juventud | ||||
Aunque es verdad que he escrito algunos miles | ||||
de versos, si no buenos, tales cuales, | ||||
líricos, amorosos, pastoriles, | ||||
satíricos, dramáticos, morales; | ||||
¿Qué han pecado mis coplas juveniles, | 5 | |||
para que con trompetas y atabales, | ||||
con pregonero y sendos alguaciles | ||||
salgan por esas calles y portales? | ||||
No, Fabio; las sepulta una gaveta, | ||||
donde el sol no las ve, ni yo tampoco; | 10 | |||
ni han de estamparme en pública tarjeta, | ||||
pues temo al vulgo como niño al coco. | ||||
Déjame con mi vena de poeta, | ||||
y no quieras que tenga la de loco. |
Viose un guerrero en lides y ruinas, | ||||
páganle en fama, voz que lleva el viento. | ||||
Desvelóse un autor, y está contento | ||||
sólo con ver su nombre en las esquinas. | ||||
Cede un indiano el fruto de las minas | 5 | |||
por que le den de conde el tratamiento. | ||||
Surca un viajero el pérfido elemento | ||||
para decir: «Estuve en Filipinas.» | ||||
Sacrifica en palacio un cortesano | ||||
su salud, libertad, descanso y rentas, | 10 | |||
sólo porque le mire el soberano. | ||||
Así yo sufro amor, celos, afrentas; | ||||
sirvo, pretendo, y tú, dueño tirano, | ||||
con sola una mirada me contentas. |
Reconciliación después de unos celos y
un desmayo | ||||
Acordarme no quiero, Orminta amada, | ||||
del desmayo en que apenas pude verte | ||||
cuando estaba la imagen de la muerte | ||||
en tu bello semblante retratada. | ||||
Olvido la sospecha mal fundada | 5 | |||
que contra mí forjó la adversa suerte, | ||||
y el cargo por si débil, pero fuerte, | ||||
cuando tierna le hacías, cuando airada. | ||||
Sólo me acuerdo, sí, de aquel abrazo | ||||
en que tu gracia vi restituida, | 10 | |||
y vi alargada a mi esperanza el plazo. | ||||
No quede cicatriz de tal herida; | ||||
reine la paz; y en tan estrecho lazo, | ||||
hallen muerte los celos, y yo vida. |
Metióse Amor a boticario un día, | ||||
bella Orminta, y compuso una receta | ||||
para curar a un mísero poeta | ||||
que herido de sus flechas padecía. | ||||
Mezcló la leche, el néctar, la ambrosía, | 5 | |||
la azucena, la rosa y la violeta; | ||||
el metal rubio del primer planeta, | ||||
el coral y las perlas que el mar cría. | ||||
Pero salió el remedio tan ardiente | ||||
como la misma fragua de Vulcano; | 10 | |||
erró el traidor la dosis ciertamente; | ||||
sobre todo de sal cargó la mano; | ||||
enconóse la herida de repente, | ||||
y no espero en mi vida verme sano. |
Al ver yo mil poetas zalameros | ||||
que a sus damas llamaban serafines, | ||||
claveles, azucenas y jazmines, | ||||
diamantes, perlas, soles y luceros | ||||
al ver cómo sus versos lisonjeros | 5 | |||
de nácares llenaban y carmines, | ||||
los llamaba salvajes y rocines, | ||||
los trataba de locos y embusteros. | ||||
Hoy Cupido esta burla vengar quiere | ||||
mandando que de Orminta me apasione, | 10 | |||
y con las armas que yo herí me hiere. | ||||
Que hable yo igual idioma ya dispone; | ||||
mas si hay quien mi flaqueza vitupere, | ||||
Amor, haz que de Orminta se aficione. |
No hay gusto cumplido | ||||
Ni siquiera un renglón ayer he escrito, | ||||
que es para mí fortuna nunca vista; | ||||
hice por la mañana la conquista | ||||
de una graciosa ninfa a quien visito. | ||||
Entre amigos comí con apetito; | 5 | |||
fui luego en un concierto violinista, | ||||
y me aplaudieron como buen versista | ||||
en cierto conciliábulo erudito. | ||||
Divertíme en un baile, volví en coche, | ||||
y el día se pasó como un instante. | 10 | |||
¡Qué diversión tan varia, tan completa! | ||||
¡Qué vida tan feliz!... Pero esta noche | ||||
me quitó el sueño... ¿Quién? Un consonante. | ||||
¡Oh desgraciada vida de un poeta! |
La independencia | ||||
Del oro, como muchos, no dependo, | ||||
Fabio, pues ni le guardo ni codicio; | ||||
ni dependo jamás del vulgar juicio, | ||||
pues dar a luz mis obras no pretendo. | ||||
Del sexo mujeril casi no pendo, | 5 | |||
pues amo por placer, no por oficio; | ||||
y aun menos de la corte y su bullicio, | ||||
pues de fingir y de adular no entiendo. | ||||
Solamente dependo de la muerte, | ||||
ya que discurso no hay ni diligencia | 10 | |||
que de su despotismo nos liberte. | ||||
Mas la espero sin miedo y con paciencia, | ||||
vivo sin desearla; y de esta suerte, | ||||
amigo, se acabó la dependencia. |
Dictado por el autor, ya postrado en cama, pocos días
antes de su fallecimiento | ||||
Lamiendo reconoce el beneficio | ||||
el can más fiero al hombre que le halaga. | ||||
Yo, escritor, me desvelo por quien paga | ||||
o tarde, o mal, o nunca el buen servicio. | ||||
La envidia, la calumnia, el artificio, | 5 | |||
cuya influencia vil todo lo estraga, | ||||
con más rabiosos dientes abren llaga | ||||
en quien abraza el literario oficio. | ||||
Así la fuerza corporal padece, | ||||
falta paciencia, el ánimo decae; | 10 | |||
poca es la gloria, mucha la molestia. | ||||
El libro vive, y el autor perece. | ||||
Y ¿amar la ciencia tal provecho trae?... | ||||
Pues doy gusto a Forner, y hágome bestia. |
La carta en que el proyecto me sugieres | |||
de dar a luz alguna obrilla mía, | |||
que con benigno voto aprobar quieres, | |||
llegó a mis manos, Fabio, el otro día; | |||
cuando me levantaba cabalmente, | 5 | ||
no con el entusiasmo y alegría | |||
que en ciertos ratos un poeta siente, | |||
sino con mal humor, melancolía, | |||
severo enojo y tedio impertinente. | |||
La imagen del descrédito, disgustos, | 10 | ||
persecución, abatimiento y sustos, | |||
que un miserable autor aquí tolera, | |||
se me ofreció tan viva a la memoria, | |||
que empecé a discurrir de esta manera: | |||
O por el interés o por la gloria | 15 | ||
los ingenios se animan. Pero, en suma, | |||
¿qué gloria, qué interés nos da la pluma? | |||
A la verdad que a un mero literato | |||
las letras solas no darán un plato, | |||
no digo de faisanes y compotas, | 20 | ||
pero ni aun de sardinas o bellotas. | |||
Si el infeliz no tiene | |||
más facultades que las tres del alma, | |||
ni más caudal que el de sabiduría, | |||
beberá el agua clara de Hipocrene | 25 | ||
en vez de chocolate y malvasía. | |||
Alguna burda enjalma | |||
será su lecho blando, | |||
y el cordellate apreciará algún día | |||
como el paño mejor de San Fernando. | 30 | ||
Yo nunca he visto, en Dios y en mi conciencia, | |||
las gratificaciones, | |||
los distinguidos puestos, las pensiones | |||
con que en este Madrid se diferencia | |||
el que decora a Tácito y Virgilio | 35 | ||
del que masca el Breviario y el concilio. | |||
Veo, sí, con galones, mesa y coche | |||
al que firmar su nombre sabe apenas, | |||
mientras alguno en útiles faenas | |||
a la luz de un candil pasa la noche, | 40 | ||
rodeado de Servios y Macrobios, | |||
Vosios, Erasmos, Grevios y Gronovios. | |||
El menor mal del que a estudiar se inclina | |||
es que, olvidando a Cicerón y Horacio, | |||
logre la ocupación de una oficina | 45 | ||
y en dos horas farfulle un cartapacio. | |||
Trueque el estudio de artes y de idiomas | |||
por aquellos científicos axiomas: | |||
Con el fiscal, y pase a escribanía. | |||
Pídase informe a la contaduría. | 50 | ||
únase al expediente. | |||
Examínese si hay antecedente. | |||
Acúsese el recibo, | |||
y entréguense los autos al archivo. | |||
Con esto un hombre, por lo menos, pasa; | 55 | ||
y si tanto le acosa el hado impío, | |||
que, estando el siglo como está, se casa, | |||
socorre a su viuda un montepío; | |||
y de todas maneras, mejor dote | |||
la dará que un poeta un tagarote. | 60 | ||
Los tesoros y dádivas que acopia | |||
Amaltea en su bella cornucopia | |||
no alcanzan a los súbditos de Apolo; | |||
no, con laureles se contentan sólo. | |||
Y ¿en qué buena república hay oficio | 65 | ||
que a los que le profesan no alimente | |||
y les sirva de fondo vitalicio? | |||
Pero el decoro pide que no rente | |||
al escritor ni un cuarto su ejercicio. | |||
Es arte liberal, noble tarea, | 70 | ||
que ningún estipendio, | |||
sino el de aplausos y de honor, codicia. | |||
Bien noble y liberal es la milicia, | |||
y no hay, con todo, general que crea | |||
que de su profesión es vilipendio | 75 | ||
acudir muy puntual por su mesada, | |||
aunque deje al morir virgen su espada. | |||
Ello es que en este suelo, en esta era, | |||
la difícil carrera | |||
de las letras humanas nada vale. | 80 | ||
Por más que el sabio desprenderse quiera | |||
del oro vil, la cuenta no le sale; | |||
pues tanto como al necio, | |||
de quien él suele hacer alto desprecio, | |||
obliga a su merced la ley precisa | 85 | ||
de no vivir sin pan y sin camisa; | |||
Y la Filosofía, que abundante | |||
se ve de ideas y pomposos nombres, | |||
limosna pide al fin, cual vergonzante, | |||
a la Pecunia, reina de los hombres. | 90 | ||
¿No la aconsejarán que tenga juicio, | |||
que no sea tan vana y dominante, | |||
y que tome otro oficio | |||
antes que se le den en el Hospicio? | |||
Mas oigo a muchos ya, que me replican | 95 | ||
que no todos los doctos son hambrientos, | |||
pues varios hay que a trabajar se aplican | |||
por la fama que adquieren sus talentos. | |||
¡Fama! ¡Sonora voz, con que infinitos | |||
se dejan engañar, creyendo existe! | 100 | ||
No la hallará en su vida el que se aliste | |||
entre los matritenses eruditos. | |||
Lo regular será que se malquiste; | |||
que antes que salga su obra de la prensa | |||
ya se la estén mordiendo los malignos; | 105 | ||
que le atribuyan cosas que no piensa; | |||
que le apoden con términos indignos, | |||
y las calumnias, réplicas, libelos | |||
sean toda la gloria y recompensa | |||
que creyó merecer con sus desvelos. | 110 | ||
-Martirio por la patria se padece. | |||
-Es verdad si la patria lo agradece; | |||
no cuando premia ociosos imperitos. | |||
Muchos e injustos son, y el alboroto | |||
de sus confusos gritos | 115 | ||
no nos deja escuchar el cuerdo voto | |||
de este o aquel censor que hace justicia | |||
sin lisonja, sin odio, sin malicia. | |||
Habrá quien al oír tales lamentos | |||
diga: ¡Qué estos señores literatos | 120 | ||
siempre hayan de quejarse descontentos! | |||
¿Pretenden, por ventura, | |||
que en premio de sus útiles conatos | |||
les erijan estatuas a docenas, | |||
como lo acostumbró la antigua Atenas? | 125 | ||
No siempre el siglo de un Augusto dura, | |||
ni nacen como quiera los Mecenas. | |||
¿Es tal de los poetas la locura, | |||
que aún esperan, no obstante, | |||
que en los teatros el concurso todo, | 130 | ||
al escuchar sus versos, se levante | |||
con reverente admiración, al modo | |||
que lo hizo1 un día la romana gente | |||
cuando unos de Virgilio casualmente | |||
empezó a recitar un comediante? | 135 | ||
-No, no aspiran a honor tan soberano. | |||
Sólo piden que un pueblo que dar quiso | |||
cinco mil pesos por un breve instante | |||
en que salió, con superior permiso, | |||
al circo madrileño un feo enano, | 140 | ||
llevando a una giganta de la mano | |||
y a otro lado un hombrón medio gigante; | |||
pague una vez quinientos, a lo menos, | |||
por la edición de un par de libros buenos. | |||
Buenos digo, pues malos ya los paga, | 145 | ||
y a fe que hay de éstos una egipcia plaga, | |||
mientras que yacen en olvido injusto | |||
algunos pocos que dictó el buen gusto. | |||
Antes de mucho, en las confiterías | |||
nos han de envolver chochos, | 150 | ||
o en las botillerías | |||
han de cubrir los cestos de bizcochos | |||
con prosa de Saavedra y de Moncada. | |||
No ha de haber droguería ni botica | |||
en que toda vasija, grande o chica, | 155 | ||
no se guarde tapada | |||
con hoja en que esté impreso | |||
El dulce lamentar de dos pastores2. | |||
Así se animarán nuevos autores | |||
a imprimir obras que vender al peso. | 160 | ||
Pero tú me dirás: Enhorabuena, | |||
no escribas por codicia pecuniaria, | |||
ni tampoco te dé la menor pena | |||
esa maledicencia literaria | |||
que todo, sin examen, lo condena. | 165 | ||
Escribe por el póstumo renombre | |||
que tendrás en los siglos venideros, | |||
trabaja sin aplausos ni dineros; | |||
que un día, al fin, te llamarán grande hombre. | |||
Pero, Fabio, ese fruto | 170 | ||
¿quién le ha de recoger? ¿Mi calavera? | |||
Y aunque pague honorífico tributo | |||
a mis cenizas la nación entera. | |||
¿Es éste, por ventura, un lenitivo | |||
de los males que paso mientras vivo? | 175 | ||
Pregúntale a Cervantes qué provecho | |||
hoy goza como autor de Don Quijote. | |||
Si está muy satisfecho | |||
de que, celosa, una Academia vote | |||
que aquella famosísima novela | 180 | ||
se imprima por Ibarra en papel fino | |||
y la encuaderne Sancha en tafilete; | |||
y si esto le consuela | |||
de haber sufrido un mísero destino, | |||
de haber muerto el pobrete | 185 | ||
acosado de críticas sangrientas | |||
con que dieron sobre él plumas e imprentas. | |||
Esas glorias tardías | |||
(aun cuando a merecerlas yo llegara) | |||
las trueco todas por pasar mis días | 190 | ||
sin que ninguno me eche nada en cara | |||
ni me aflijan satíricas porfías. | |||
El único partido y el más justo, | |||
es renunciar al literario gremio; | |||
no escribir ya por ambición de premio, | 195 | ||
no por gloria presente ni futura, | |||
sino por diversión, por mero gusto | |||
y evitando la pública censura. | |||
Desde hoy, sin que la envidia me haga mella, | |||
la vida pasaré quieta y segura. | 200 | ||
Desde hoy (pues a la actual literatura | |||
domina aquí tan azarosa estrella) | |||
he de olvidarla, aunque me llamen loco. | |||
Ella en perderme perderá bien poco, | |||
yo pierdo menos en perderla a ella. | 205 | ||
De esta manera, Fabio, yo soltaba | |||
la rienda a mis funestos pensamientos, | |||
lastimado de ver cuanto se agrava | |||
el mal de la ignorancia por momentos. | |||
No pude contenerme, y al instante | 210 | ||
un gran montón de libros que tenía | |||
sobre mi mesa, trasladé al estante, | |||
donde gocen perpetuas vacaciones | |||
entre arañas polillas y ratones. | |||
A la mano dejé sólo una Guía | 215 | ||
de Forasteros, que me avise el día | |||
en que obligado vivo | |||
a revolver legajos de un archivo, | |||
de cuya ocupación más fruto saco | |||
que de ser traductor de Horacio Flaco. | 220 | ||
Luego, bajo de llave, a una gaveta | |||
ciertas obrillas mías encomiendo, | |||
de aquel tiempo en que estaba yo creyendo | |||
que no era desatino ser poeta. | |||
Y al sepultarlas en eterno olvido, | 225 | ||
las pongo esta inscripción: TIEMPO PERDIDO. | |||
Rasgo después tu carta, porque acaso | |||
los consejos que en ella me has escrito | |||
sobre que me entrometa en el Parnaso, | |||
no me abran algún día el apetito | 230 | ||
de hacer sudar, con bien inútil pena, | |||
a los prensistas de mi amigo Mena. | |||
Con tal resolución quedé tranquilo. | |||
Salí de los trabajos de estudiante, | |||
y así, de aquí adelante | 235 | ||
dormiré bien y criaré buen quilo, | |||
templaré la acrimonia de la bilis, | |||
dejaré ya que cante | |||
el divino Marón a su Amarilis, | |||
a su Dido, a sus Eneas y a su Turno. | 240 | ||
No me he de hablar ya más con Robortelo | |||
Muratori, Escalígero y Minturno, | |||
que el arte enseñan del señor de Delo; | |||
y perderé una mano | |||
si más tocare el forro a Quintiliano. | 245 | ||
A bien que nada de esto es ya preciso | |||
para hacer mi papel en esta villa. | |||
Yo me engalanaré como un Narciso, | |||
y por dos cuartos tomaré una silla | |||
del paseo del Prado, | 250 | ||
desde donde podré muy descansado, | |||
sin abrir libro que me dé jaqueca, | |||
sentencia pronunciar definitiva | |||
contra lo que otro escriba | |||
revolviendo la Regia Biblioteca. | 255 | ||
De nuestros comediantes de ambos sexos | |||
aprenderé la lista de memoria, | |||
y aunque digan dislates inconexos, | |||
que hilvanó a toda prisa un mal poeta, | |||
nadie me ganará la palmatoria | 260 | ||
en frecuentar los palcos y luneta. | |||
Allí desde hoy con cara de baqueta | |||
oiré, sin tomarme pesadumbres | |||
la desvergüenza pública y notoria | |||
de la escuela (que llaman) de costumbres, | 265 | ||
en el siglo (que llaman) ilustrado, | |||
y en una capital de un grande Estado. | |||
No perderé convite ni bureo; | |||
sabré muy por menor cuándo el paseo | |||
de Atocha a San Isidro se transfiere, | 270 | ||
cuándo el Retiro al río se prefiere, | |||
cuándo toca al Canal su temporada, | |||
cuándo es a las Delicias la jornada. | |||
No faltaré en café, toros ni ferias, | |||
ni en la Puerta del Sol habrá corrillo | 275 | ||
o tienda en que no logre yo cabida. | |||
Iré a tertulias donde las materias | |||
más importantes sean el tresillo, | |||
el mal tiempo, del prójimo la vida, | |||
los talcos y las borlas del peinado; | 280 | ||
y en fin, seré un ocioso consumado. | |||
Así me llamarán jovial, sociable, | |||
útil, hábil, político y amable. | |||
Ahora, Fabio, dime si esta fama | |||
llegaré a conseguir, y este sosiego, | 285 | ||
después que, avergonzado de ser lego, | |||
muchas horas de cama | |||
hurte para leer cualquier librote | |||
de algún comentador desaforado, | |||
o rascarme la frente y el cogote | 290 | ||
buscando consonante a California, | |||
y el verso que me salga mal forjado | |||
treinta veces volver a la bigornia, | |||
como lo dijo Horacio3 en un tratado | |||
que no construye todo licenciado. | 295 | ||
Tú, en fin, aprobarás que yo me exima | |||
de trabajar sin especial influjo | |||
en lo que mucho cuesta y no se estima. | |||
Mi tal cual numen se metió cartujo; | |||
que esta literatura desanima, | 300 | ||
persigue, cansa, abate y atropella, | |||
y mi primer dictamen no revoco. | |||
Ella en perderme perderá bien poco, | |||
yo pierdo menos en perderla a ella. |
(en inglés «spleen») | ||||
Es el esplín, señora, una dolencia | ||||
que de Inglaterra dicen que nos vino. | ||||
Es mal humor, manía, displicencia, | ||||
es amar la aflicción, perder el tino, | ||||
aborrecer un hombre su existencia, | 5 | |||
renegar de su genio y su destino, | ||||
y es, en fin, para hablarte sin rodeo, | ||||
aquello que me da si no te veo. |
No bien nace la aurora , | ||||
cuando mis amorosas inquietudes, | ||||
que en siglos me convierten cada hora, | ||||
para sufrir de nuevo ingratitudes | ||||
me hacen dejar el lecho que aborrezco. | 5 | |||
Desde entonces al mal de que adolezco | ||||
mi triste fantasía, | ||||
cansada de buscar otros alivios, | ||||
uno sólo procura, | ||||
cuando a exclamar me obliga: «¿Por ventura | 10 | |||
éste que hoy amanece será el día | ||||
que la tormenta trocará en bonanza? | ||||
¿No querrán todavía | ||||
aquellos ojos que me miran tibios | ||||
animar mi perdida confianza?» | 15 | |||
Así busco a mi pena algún consuelo | ||||
mientras el sol prosigue su carrera; | ||||
pero después que de la noche el velo | ||||
las tierras ha enlutado, | ||||
si examino mi estado, | 20 | |||
tan infelice soy como antes era. | ||||
¡Ah, beldad hechicera! | ||||
dulce transformadora | ||||
de mi genio, costumbres, diversiones, | ||||
tareas, complexión, inclinaciones. | 25 | |||
Mi corazón, de que hoy eres señora, | ||||
sólo al amor por ti ya se dedica, | ||||
y sus pasiones todas sacrifica. | ||||
Permite que me acuerde | ||||
de cuando yo solía, | 30 | |||
de pesares ajeno, | ||||
ya reclinado sobre el césped verde | ||||
que en sus orillas Manzanares cría, | ||||
ya en el retiro ameno | ||||
del soto, cuya entrada el sol ignora, | 35 | |||
con lira, a la verdad, poco sonora, | ||||
cantar mis pobres versos, inspirados | ||||
de musa no discreta, | ||||
pero fácil, alegre y sin cuidados... | ||||
¡Quién pudiera decir lo mismo ahora! | 40 | |||
-He renunciado el lauro de poeta, | ||||
que sólo mereciera si mis rimas | ||||
a los remotos climas | ||||
pudiesen extender tu nombre y gloria. | ||||
Reina, reina tú sola en mi memoria, | 45 | |||
aunque las nueve Musas ya se olviden | ||||
por las tres Gracias, que hoy en ti residen. | ||||
Acuérdome también de que algún día | ||||
el placer de la música armonía | ||||
ejerció en mis potencias tal imperio | 50 | |||
y eficacia tan rara, | ||||
que, rendido a su grato cautiverio, | ||||
tal vez el arco con que toca Apolo | ||||
preferí al arco con que Amor dispara. | ||||
Mas ya ni un tono solo | 55 | |||
forma en las roncas cuerdas | ||||
el tardo impulso de las flojas cerdas, | ||||
que en lo tierno y quejoso de su acento | ||||
no exprese tu rigor y mi tormento. | ||||
Propensión me debía | 60 | |||
en otro tiempo de la esgrima el arte, | ||||
sirviéndome de guía | ||||
prudentes leyes del astuto juego, | ||||
con que adestraba Marte | ||||
de la edad juvenil el brío ciego. | 65 | |||
Hoy la amada costumbre | ||||
de empuñar el acero olvidaría, | ||||
si para merecer la recompensa | ||||
de mi fiel servidumbre, | ||||
emplearle no logro en tu defensa. | 70 | |||
¿Qué ha sido de aquel tiempo delicioso | ||||
en que jamás la danza divertida | ||||
a la tristeza permitió cabida | ||||
para turbar el plácido reposo | ||||
de este pecho, que dudo ya si es mío? | 75 | |||
¿No era yo el que en estrados, | ||||
donde cien hermosuras, | ||||
sus gracias ostentando y su atavío, | ||||
los sentidos dejaban encantados, | ||||
conté por la mayor de mis venturas | 80 | |||
que me hallase bailando sin desmayo | ||||
de la aurora siguiente el primer rayo? | ||||
Mas ya no hay para mí recreo alguno | ||||
que sin ti pueda serlo. ¡Oh, si quisiera | ||||
el destino importuno | 85 | |||
que, más benigna por un breve instante, | ||||
una mirada tuya resarciera | ||||
los tranquilos placeres que a tu amante | ||||
en tiempo más dichoso han ofrecido | ||||
música, poesía, esgrima y danza! | 90 | |||
Duélete, pues, al ver cuál se eterniza | ||||
con tan vano deseo su esperanza; | ||||
contempla qué pasión le martiriza; | ||||
mira los bienes que por ti ha perdido, | ||||
y luego di si es digno de tu olvido. | 95 |
En que se describe un ridículo baile casero | ||||
Cierta dama, en cierta calle, | ||||
cierto día, a cierta hora, | ||||
da cierto baile, que tiene | ||||
cierto aire de sinagoga. | ||||
En cierto empeño me veo | 5 | |||
de pintarle en ciertas coplas, | ||||
que ayer, en cierta tertulia, | ||||
pidieron ciertas personas. | ||||
Yo no les sabré decir | ||||
si aquel es café, si es fonda, | 10 | |||
si es feria de algún lugar, | ||||
si es Ginebra o Babilonia. | ||||
En año de carestía | ||||
la reja de una tahona, | ||||
y en vísperas de Difuntos | 15 | |||
la puerta de una parroquia, | ||||
el patio de la comedia | ||||
al dar palmadas de moda, | ||||
y plaza de toros cuando | ||||
piden perros diez mil bocas. | 20 | |||
Todo es una niñería, | ||||
comparado con la broma | ||||
de la que empezó academia | ||||
y ha acabado trapisonda. | ||||
La casa en que se celebra | 25 | |||
tan solemne batahola | ||||
se ha de ganar cuesta arriba, | ||||
como se gana la gloria; | ||||
su escala es la de Jacob, | ||||
y en sus tramos, las señoras, | 30 | |||
si no han merendado abajo, | ||||
tienen flatos y congojas. | ||||
Ni la Giralda en Sevilla, | ||||
ni el Acueducto en Segovia, | ||||
ni en San Lorenzo el cimborrio, | 35 | |||
tanto al cielo se remontan. | ||||
Más valdrá que en adelante | ||||
con una garrucha y soga | ||||
desde la calle al balcón | ||||
suba la gente en tramoya. | 40 | |||
Arriba hallará una sala | ||||
blanca como una paloma, | ||||
sin cuadro, espejo ni mesa, | ||||
araña, estera ni alfombra. | ||||
Cada silla es de un color, | 45 | |||
y todas ellas bien pocas; | ||||
dichoso quien por asiento | ||||
un palmo de suelo logra. | ||||
Primero que a encender lleguen | ||||
luces en las cornucopias, | 50 | |||
se tropezarán las gentes | ||||
como fantasmas o sombras. | ||||
Yo dije al entrar allí: | ||||
«¿Es ésta casa mortuoria, | ||||
bóveda de San Ginés, | 55 | |||
cuarto de enfermo o mazmorra?» | ||||
Pero al empezar el baile | ||||
fui distinguiendo las cofias | ||||
de los sombreros de pluma, | ||||
y las pencas de las bolsas. | 60 | |||
Este baile, del refresco | ||||
ha desterrado la moda; | ||||
que en él sujetan a dieta | ||||
al que mejor salud goza. | ||||
De andaluces y andaluzas | 65 | |||
vi una grey tan numerosa, | ||||
que dudé si estaba en Cádiz | ||||
en medio de la Recoba. | ||||
Oí zalameras voces | ||||
de veinte damas ceceosas, | 70 | |||
laz unaz ya muy gayinaz, | ||||
y laz otraz aun muy poyaz. | ||||
Allí condes y marqueses | ||||
vi con gentes de otra estofa, | ||||
y personas conocidas | 75 | |||
con incógnitas personas. | ||||
Una dama se excusó | ||||
de asistir, diciendo pronta: | ||||
«Yo no gusto de ensalada, | ||||
salpicón ni pepitoria.» | 80 | |||
En seis varas de terreno | ||||
quince parejas se ahogan, | ||||
por una que no es figura, | ||||
sino enigma o paradoja. | ||||
En la fila de los hombres | 85 | |||
se colocan las señoras, | ||||
y ellos bailan, sin saber | ||||
qué compañera les toca. | ||||
Las cruces eran calvarios, | ||||
las cadenas eran sogas, | 90 | |||
los paseos eran viajes, | ||||
las ruedas eran de noria. | ||||
La música, de italiana | ||||
sólo tenía una cosa, | ||||
que es el ser hijo de Italia | 95 | |||
el que de ella hizo la costa. | ||||
Mas aunque dos contrabajos, | ||||
con diez violines, dos violas, | ||||
oboes, flautas y clarines, | ||||
timbales, cajas y trompas | 100 | |||
trajese el lindo del Conde, | ||||
la música fuera sorda, | ||||
pues allí la confundieran | ||||
voces ya agudas, ya broncas. | ||||
Entre las recias patadas | 105 | |||
contra el compás de la solfa, | ||||
sólo se escuchaban quejas | ||||
de vueltas y blondas rotas. | ||||
Y en fin, con tal pisoteo, | ||||
se tuvieron por dichosas | 110 | |||
las damas que entrando allí | ||||
lograron no salir cojas. |
Una mañana de agosto, | ||||
a su balcón asomada, | ||||
un cuenco de fresca leche | ||||
la bella Anarda tomaba. | ||||
El cuenco era blanca china, | 5 | |||
blanca plata la cuchara, | ||||
carne muy blanca la mano, | ||||
la leche casi tan blanca. | ||||
Quedé, con tanta blancura, | ||||
más deslumbrado que estaba, | 10 | |||
porque hasta el traje la niña | ||||
llevaba de blanca holanda. | ||||
Estábamela mirando; | ||||
en esto volvió la espalda, | ||||
y más blanco que un papel | 15 | |||
me dejó la blanca Anarda. |