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En general, bajo el shock de productividad se incluyen tanto perturbaciones tecnológicas como otras perturbaciones que afectan a la determinación de los salarios reales: por ejemplo, shocks de precios salarios. (N. del A.)

 

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Se trata de un modelo de economía cerrada. Dado que pensamos que el tipo de cambio ha jugado un papel importante entre las causas de la recesión de los años noventa, sería conveniente incluir dicha variable en el sistema, si bien la identificación de los shocks en este caso se convierte en una tarea más compleja. No obstante, consideramos que buena parte de los efectos del tipo de cambio se hallan recogidos en nuestro modelo a través del shock de demanda agregada. (N. del A.)

 

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Un análisis detallado de las consecuencias del efecto desánimo se encuentra en Nickell (1987) y Blanchard (1991). De acuerdo con estos autores, el paro de larga duración conduce a una mayor persistencia vía un menor efecto disciplinador del paro sobre la fijación ele salarios. En Blanchard, Jimeno et al. (1995) y Bean (1994) se encuentra evidencia empírica sobre la importancia de este efecto en España y otras economías europeas. (N. del A.)

 

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Si relajásemos esta hipótesis no sería posible identificar los tres tipos de shocks del modelo sin imponer restricciones adicionales. Véase el Apéndice para más detalles. Además, si deseáramos distinguir entre shocks tecnológicos y shocks de precios/salarios sería necesario ampliar el modelo incluyendo nuevas variables y utilizar restricciones de identificación de corto plazo. Esta alternativa ha sido utilizada en un trabajo paralelo a éste (véase Dolado, Jimeno y López-Salido (1996)). (N. del A.)

 

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Nótese que elegimos procedimientos que sean compatibles con la estructura multivariante de nuestro modelo teórico. Alternativamente, podríamos haber utilizado filtros independientes para cada variable, tales como el conocido filtro de Hodrick y Prescott (HP), pero en dicho caso no seríamos necesariamente fieles a dicha estructura. Una aplicación de filtros HP en el contexto del modelo BQ se encuentra en Fernández et al. (1995). (N. del A.)

 

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Si no se presumiera este cambio de nivel, no se podría incluso rechazar la hipótesis de que las primeras diferencias de la tasa de paro fueran un proceso I(1) (véase Mora (1993)). (N. del A.)

 

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En general, los resultados son bastante robustos a cambios en los componentes determinísticos de las variables, y en el número de retardos considerados. No obstante, nuestra elección de estos últimos se basó en contrastes AIC/LR. Los resultados de los contrastes de raíces unitarias y cointegración se encuentran disponibles a petición del lector interesado. (N. del A.)

 

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A efectos de comprobar la robustez de los resultados al supuesto de raíz unitaria en la tasa de paro, se ha estimado también el VAR con la tasa de paro en niveles, tal como en (12), calibrando el modelo de forma que p=.9. Los resultados que se obtienen a partir de las funciones IR y, la descomposición VEP, son similares durante los tres primeros años, si bien, obviamente, los efectos a largo plazo difieren. Por tanto, pensamos que dicho supuesto no es muy restrictivo. (N. del A.)

 

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Algunas excepciones son los recientes trabajos de Dolado et al. (1993). Álvarez y Sebastián (1995) y Fernández et al. (1995). (N. del A.)

 

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Véase, por ejemplo, el reciente trabajo de Watson (1994) y las referencias que incluye. (N. del A.)