60. Lezama, «La biblioteca como dragón» (1965), en Las eras imaginarias, cit., págs. 132-133.
61. Entre ellas destacan la excelente «Introducción» de Marcelo Uribe a su edición facsimilar de Orígenes (México, El Equilibrista / Madrid, Turner, 1989) y los estudios más recientes de Cintio Vitier, Para llegar a Orígenes (La Habana, Letras Cubanas, 1994), Jorge Luis Arcos, Orígenes: la pobreza irradiante (La Habana, Letras Cubanas, 1994), Jesús J. Barquet, Consagración de La Habana. Peculiaridades del Grupo Orígenes en el proceso cultural cubano (Miami, Universal, 1994), y Fina García Marruz, La familia de Orígenes (La Habana, Unión, 1997).
62. Hubo también una vertiente plástica en Orígenes, formada por los pintores y escultores Arístides Fernández, René Portocarrero, Wilfredo Lam, Amelia Peláez, Alfredo Lozano, Mariano, Roberto Diago y el crítico de arte Guy Pérez Cisneros, así como una musical, representada por José Ardévol y Julián Orbón.
63. La fórmula es de José Prats Sariol y sirve de título a su trabajo publicado en Jacobo Machover (ed.), La Habana, 1952-1961. El final de un mundo, el principio de una ilusión, Madrid, Alianza, 1995, págs. 128-144.
64. En La familia de Orígenes, cit., pág. 59.
65. Lezama, «Después de lo raro, la extrañeza», cit., pág. 54.
66. Lezama, «Recuerdos: Guy Pérez Cisneros» (1957), cit., pág. 27.
67. En Felipe Lázaro, Conversación con Gastón Baquero, Madrid, Betania, 1994, págs. 22-23.
68. Al parecer, no gustó nada la colaboración de Baquero en el Diario de la Marina que dirigía uno de los «enemigos» literarios de Lezama, Jorge Mañach. Cfr. Virgilio López Lemus, «En torno al final de los Orígenes», en La imagen y el cuerpo. Lezama y Sarduy, La Habana, Unión, 1997, pág. 72.
69. En su Consagración de La Habana, cit.