221
Sin embargo,
nótese la íntima conexión sintáctica de
II, 5-9 y III, 1-6: Era ... al ... / per ... / quando ... / ...
però ...
(Santagata, Dal sonetto al
“Canzoniere”, cit.,
pp. 25-26); ese modo de
realizar variaciones sobre un mismo esquema insinúa que el
trabajo en un soneto estuvo muy cercano al trabajo en el otro: nos
las habemos con nexos de los que «non dipendono dalla
(eventualmente coincidente) sistemazione finale, ma
dagli accostamenti che si stabiliscono nella fase
preparatoria»
(De Robertis, «Contiguità e
selezione», cit.,
p. 60). Ya los comentaristas
antiguos quisieron denunciar discrepancias entre Per fare y Era il giorno a cuenta del
«disarmato»
de
III, 9, frente al desarrollo de II, 5 ss. Pero es inadmisible que en posición
tan sobresaliente Petrarca tolerara una incongruencia como la que
aquéllos imaginaban: las ligeras inconsecuencias
lógicas que puedan sospecharse («del resto, a ben
guardare, il senso è press’a poco il medesimo
sempre»
, apostillaba a Chiòrboli,
ed. c., p. 5) tenían que entrar en los
márgenes aceptables para esas ‘variaciones sobre un
mismo esquema’ a que me he referido y que, en la pareja de II
y III, estaban estimuladas por el paralelo de Amores, I, i y ii (cf.
supra, I, al
final). Como sea, las presuntas contradicciones de II y III nada
arguyen contra la cronología aquí propuesta. Si no,
¿cuántas etapas mal enlazadas habría que
presumir para la redacción de Per fare? Pues, como decía Tassoni,
el segundo soneto «ha
contrasto non solamente fuori [i.
e., en III, 9-10], ma in casa propria
ancora..., seguendo appresso: “non ebbe tanto né vigor
né spazio / che potesse al bisogno prender
l’arme”. Imperocché se la virtù
s’era ristretta in guardia del cuore e s’era posta in
atto di difesa, come non ebbe tempo di prender
l’armi?»
(Rime di F.
Petrarca, col comento del Tassoni, del Muratori e di altri,
Padua, 1826, I, p. 9).
222
En una nota al
paso, «Rime
sparse», cit.,
p. 107, n. 17, apunté que «la unidad retórica “exordium > initium narrationis”
[diáfana en I-V] sugiere un mismo período para la
composición de las cinco piezas introductorias»
.
La posibilidad de confirmar tal sugerencia para IV y V, cuando
menos con indicios equiparables a los que tenemos para I-III, se me
antoja harto espinosa; véase el artículo anunciado en
la n. 181.
223
Frente a lo dicho
en «Rime
sparse», cit.,
p. 108, n. 20, la cita en cuestión («quod [proemium]
in libro primum, in inventione ultimum esse
solet»
) se halla en las Seniles, XVI, i, 1049.
224
Vid. «Rime sparse», cit., pp. 106-107. Adelia Noferi, «Da un commento al Canzoniere del Petrarca: lettura del sonetto introduttivo», Lettere italiane, XXVI (1974), pp. 165-179, señala muy bien las dualidades que configuran el soneto.
225
De Robertis,
«Contiguità e
selezione», cit.,
p. 66; abrevio la frase de De
Robertis («a partire e
in forza...»
), para evitar la
ambigüedad a que podría dar lugar, aquí, si
«a
partire...»
se entendiera como
afirmación de un post quem para I’ vo pensando (CCLXIV), confundiendo
quizá la fecha real de redacción y la época a
que Petrarca quería que se asignara. No es esta la
ocasión de tratar el problema detenidamente; sin embargo,
cf.
Santagata, «Petrarca e Arnaut
Daniel», cit.,
p. 73.
226
Cf. «Rime sparse», cit., p. 112, n. 30, sobre la contraposición de I, 4, y CCCXLIX, 5, con CXII, 4, CXVIII, 13, y CXLV, 13.
227
Wilkins,
The Making of
the «Canzoniere», cit., p. 152,
escribía: «A ...
specific reference, marked presumably by the presence of the
word morte, or some kindred word,
might have been expected if, [Voi
ch’ascoltate] had in fact been
written after [the death of Laura]»
. Pero
para mí no hay duda de que esa «specific
reference»
hubiera aportado una
concreción incompatible con el vasto alcance que Petrarca
deseaba para el soneto (como, digamos, para CCCLXV).
228
Últimamente, cf. las valiosas contribuciones de V. Bertolucci Pizzorusso, «Il canzoniere di un trovatore: il “libro” di Guiraut Riquier», Medioevo romanzo, V (1978), pp. 216-259, y «Libri e canzonieri d’autore nel medioevo: prospettive di ricerca», Studi mediolatini e volgari, XXX (1984), pp. 91-116; también, D’A. S. Avalle, «I canzonieri: definizione di genere e problemi di edizione», en La critica del testo, Problemi di metodo ed esperienze di lavoro, Atti del Convegno di Lecce, 22-26 ottobre 1984, Roma, 1985, pp. 363-382, y G. Gorni, «Il canzoniere», en la Letteratura italiana dirigida por A. Asor Rosa, Turín, 1984, 3*, pp. 504-518.
229
Cf.
«Rime
sparse», cit.,
principalmente pp. 107-114.
Valga ahora subrayar sólo que la primera de las Epystole contiene una
destacada referencia al motivo central de Per fare y Era il giorno: «perlegis et
lacrimas et quod pharetratus acuta / ille puer puero fecit michi
cuspide vulnus»
(43-44).
230
Baste remitir a
Wilkins, The Making
of the «Canzoniere», cit., pp.
150-151. En una nota de hacia 1330 en un manuscrito horaciano hoy
en la Pierpont Morgan Library,
Petrarca alude a «quod
scribemus in libello»
en relación
con el tema de los «amantes sine intermissione»
(cf.
Billanovich, «L’Orazio
Morgan», cit.,
pp. 129-132; y, para
algún detalle, mi Lectura del «Secretum»,
cit., p. 364, n. 395).
Es posible que el tal «libellus»
sea una obra
petrarquesca, y quién sabe si de poesía en vulgar;
pero, aun de ser así, la fecha resultaría demasiado
temprana para integrarla significativamente en la trayectoria del
Canzoniere. En
todo caso, tanto esta como las demás cuestiones rozadas en
el párrafo que sigue piden un sosiego que ahora no puedo
dedicarles: me propongo hacerlo, Deo volente, en el volumen III
(Laura) de Vida u obra de Petrarca.