1
A pesar de los argumentos presentados por un porfiante sector de la crítica
de los ochenta y los noventa (como Doody, Spencer, Spender o Todd, a quienes
hago referencia más adelante) que se resiste a aceptar la diferenciación entre
romance y novel sobre la que se sostiene la teoría más añeja respecto al nacimiento
de la novela inglesa, he preferido mantener esta diferenciación por considerarla
inevitable en mi discusión. La voz romance ya fue empleada por Deyermond y
Riley en sus estudios sobre la novela española; véanse Deyermond y Riley,
«Cervantes». A lo largo de los años noventa no sólo ha servido a filólogos
angloamericanos como McKeon, Hunter o Warner (a quienes también hago
referencia en este ensayo), sino a quienes han tratado la quixotic fiction y aparecen
citados aquí, v.gr. Pardo García, Paulson, o Hammond. Los traductores de las
obras de aquellos hispanistas que escriben en inglés mantienen también la
diferenciación entre romance y novela; véanse Parker; Riley, Introducción; y
Williamson. Por último, adviértase también que la tercera entrada de las ocho que
el Diccionario de la Real Academia Española ofrece de la voz romance es «Novela
o libro de caballerías, en prosa o en verso»
. Por todo ello, empleo aquí también el
término castellano romance (prescindiendo de cursivas), como ya lo he empleado
en mis ensayos «Cervantes y la Quixotic Fiction: la parodia de géneros» y «La
tradición picaresca española en Inglaterra».
2
A que McKeon (52-64) se refiere como generic transformation, teoría según la cual la creación de un nuevo género supone la inclusión en el mismo de los otros géneros a que pretende sustituir.
3
Véase Riley, Introducción, 202.
4
La aventura de la cueva de Montesinos puede entenderse como un sueño de Don Quijote, que al caer ha perdido el conocimiento; y la figura de Cide Hamete es a todas luces una invención del narrador.
5
Véanse Starr y Hunter.
6
Watt se ha visto respaldado en la última década sobre todo por McKeon, Hunter, y Warner, «Elevation» y «Licensing». En desacuerdo con los anteriores se posicionan éanse las feministas Doody (que sigue a Spender), Spencer, Todd, y Langbauer, entre otras.
7
«Introduction» xviii. Blewett hace referencia a Frye 38.
8
Ésta, como el resto de las referencias que a partir de aquí aparecerán, proviene de la edición de Ross.
9
Véase Bowers y Brothers 2.
10
Las referencias son por parte, capítulo y página al primer volumen de la edición de Rico.