Simón Bolívar
Jefe Supremo de
la República, Capitán-General de los ejércitos de Venezuela
y de la Nueva Granada, etc., etc., etc.
Cuartel General de Calabozo a 2 de abril de 1818.
Al señor General de División Manuel Cedeño:
El señor Coronel Briceño me participa desde el Rastro, a donde llegó esta mañana, que se
había retirado de Ortiz, porque había sabido que fuerzas se adelantaban de San Juan, sin decir
con qué fuerzas ni con qué intento. El ejército español existía en Semén y tampoco sabe si se
había movido.
Es necesario acelerar, y en cuanto sea posible, la operación a que ha sido usted destinado. Al
paso que se vaya terminando su caballería que ha ido a formar usted, la irá renovando, aunque
sea por partidas, porque necesitamos urgentemente de esta arma.
Como no sabemos cuál sea el objeto del enemigo, debemos estar prevenidos para todo. Yo
no creo que él venga hasta esta plaza, dejando el ejército sobre el Pao, pero puede hacerlo, y aun
cuando no lo haga, puede serme necesario moverme de aquí con el parque, y usted sabe que no
tenemos ni una bestia.
Importa, pues, que me remita usted inmediatamente, además de las cien que se mandaron traer
del potrero, otras doscientas de las mejores.
Envíemelas usted a la mayor brevedad con una persona de confianza que no se detenga en el
tránsito, ni las pierda.
Dios guarde a usted muchos años,
Simón Bolívar.