Nuestro celoso correspondiente en Toledo D. Pedro Alcántara Berenguer y el Sr. D. Federico Latorre han remitido á esta Real Academia, éste un precioso y exacto dibujo, y aquél un calco de una inscripción árabe encontrada en Toledo á fines del mes de Octubre en obras ejecutadas junto al camino del cementerio.
El cipo, que contiene la inscripción, dice el Sr. Berenguer, es de mármol blanco con vetas negras, se halla en perfecto estado de conservación, y mide de diámetro 0,35 m., altura de la parte labrada 1,35 m., tizón 0,60 m.
—452→La inscripción está en ocho líneas, de las cuales las cuatro primeras416 contienen la leyenda coránica de las curas XXXI, versiculo 33, y XXXV, versículo 5, muy común en las inscripciones sepulcrales, y que consta en otra de Toledo, publicada en el tomo X del BOLETÍN, pág. 258, y encontrada en el mismo sitio.
Lo propio de la inscripción comienza en la última palabra de la línea cuarta, y dice:
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Este
es el sepulcro del alfaquí Abu Otsmán
Çaid
ben Chafar; murió,
(compadézcase Allah, de él) en día de
sábado á diez (noches) por andar del
mes de ramadhán
en el año 3 y 40, y
400 (25 de Enero de 1052).
Puede suponerse que este alfaquí sea el mismo biografiado por Abén Pascual en el núm. 500 del texto impreso, si bien se ofrece la dificultad de que el autor dice haber muerto en el mes de ramadhan del año 448, en vez de 443, como consta en la inscripción sepulcral; además, Abén Pascual le llama Abu Otsmán Çaid ben Mohammad ben Chafar, y en la inscripción se omite el nombre Mohammad, como se omiten muchas veces en las genealogías los nombres de alguno ó algunos de los ascendientes.
Abén
Pascual dice de él lo siguiente: «Çaid ben Mohammad ben Chafar el
Omawí, natural de Toledo, llamado Abu Otsmán,
fué discípulo (contó tradiciones bajo la
autoridad) de Mohammad ben Iça ben Abu Otsman, de Ibrahim
beu Mohammad ben Xinthir y de su compañero Abu Chafar: era
excelente, abstenido de toda cosa ilícita, religioso, digno
de crédito, de vida retirada y de mucha oración y
ayuno, pues había abandonado el mundo y se había dado
al servicio de Allah: murió en el mes de ramadhán del
año 448; hace mención de él Abén
Mothahir.»
Madrid 16 de Noviembre de 1888.
FRANCISCO CODERA.